El director de «El gran hotel Budapest» vuelve a utilizar su particular paleta de colores en una animación stop motion como hizo en «El fantástico Mr. Fox».
Podrá gustar o no, pero nadie puede dudar de la capacidad de Wes Anderson para crear mundos tan originales y personales. Su estilo narrativo y canvas estético es reconocido (e imitado) de manera inmediata.
Tras éxitos como «Rushmore» y «Los excentricos Tenenbaum», Anderson realizó dos películas que no fueron tan bien recibidas. Estas fueron «La vida acuática» y «Viaje a Darjeeling». Pese a eso, nadie se esperaba lo que seguiría: una película animada. Y, para sumar confusión, ni siquiera sería animación tradicional, sino stop motion, con muñecos, cuadro por cuadro. Ese filme fue «El fantástico Mr. Fox», que terminó siendo más celebrada y exitosa que sus dos filmes anteriores.
Ahora, dos películas después, Anderson regresa al mundo del stop motion. Pero sus películas animadas son diferentes en estilo a las del estudio Aardman («Wallace y Groomit»). O a las de Henry Selick («El extraño mundo de Jack», «Coraline») o Tim Burton. Aun en la animación, el mundo de Anderson no se compara con ningún otro.
La historia
En la ficticia ciudad costera de Megasaki (Japón) surge un grave brote de gripe canina que fue aumentando de tal modo hasta alcanzar proporciones epidémicas.
Ante tal suceso, el alcalde de la ciudad decidió tomar medidas extraordinarias y exiliar a todos los perros a una isla. Esta isla está totalmente deshabitada y únicamente se usaba como vertedero de basura.
Uno de esos perros es Spot, la mascota de Atari, un niño de 12 años. Atari parte solo en una pequeña avioneta Junior-Turbo Prop y vuela a la isla de basura en busca de su perro. Ahí, con la ayuda de una jauría de perros callejeros, comienza un viaje épico que decidirá el destino y futuro de toda la provincia.
Este es el trailer de «Isla de perros»:
