Naomi Kawase, una de las más premiadas directoras de Japón, estrena en la sala del Cosmos-UBA esta producción de 2015.
Una pastelería en Tokio
El cine proveniente de Asia suele llegar en cuentagotas a las salas argentinas. Con la explosión del cine de terror, es algo más común encontrar propuestas de ese género en las salas. Quizás algún animé de Japón de vez en cuando. Pero luego, hay que esperar al BAFICI o a Mar del Plata para ponerse un poco al día con muchos filmes de esas cinematografías.
En el caso de Japón, muchos de sus excelentes policiales y filmes de acción tampoco suelen ser de la partida. Aunque el cine más conectado con los vínculos y los sentimientos sí pueden verse de tanto en tanto en el circuito de cine arte de Buenos Aires.
Esta semana se estrenó «Una pastelería en Tokio», el ante-último opus de una directora cuya obra sí llegó hasta la Argentina en más de una ocasión, al menos en el circuito festivalero. Se trata de Naomi Kawase, cuyo título más reconocido se vio hace muchos años: «Shara». Como suelen ser sus películas, «Una pastelería en Tokio» es un filme de bellas imágenes, y de una notable sensibilidad.
La historia
Sentarō tiene una pequeña pastelería en Tokio en la que sirve dorayakis (pastelitos rellenos de una salsa llamada «an»). Cuando una simpática anciana se ofrece a ayudarle, él accede de mala gana, pero ella le demuestra que tiene un don especial para hacer «an». Gracias a su receta secreta, el pequeño negocio comienza a prosperar. Con el paso del tiempo, Sentarō y la anciana abrirán sus corazones para confiarse sus viejas heridas.
Este es el trailer de «Una pastelería en Tokio»:
