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Agnès Jaoui: De directora a protagonista en «50 Primaveras»

Uno de los pocos casos de una actriz francesa que además resulta ser una notable realizadora y coguionista con su marido
El cine francés en la actualidad muestra cierta preponderancia del género femenino en el rubro actoral. Catherine Deneuve, Isabelle Huppert y Juliette Binoche son sin duda más populares que sus pares masculinos. Pero existe además una segunda línea de actrices francesas, menos conocidas en Argentina básicamente porque sus películas raramente se estrenan.

A ese grupo pertenece Agnés Jaoui, quien además y a diferencia de las ya nombradas no se contenta con actuar sino que además escribe y dirige films. Nacida en 1964 y pese a debutar como intérprete femenina en 1983, hubo que esperar hasta 1999 para que se estrenaran casi simultáneamente dos películas de directores famosos.

La primera es “Conozco la canción” del gran realizador Alain Resnais, fallecido hace apenas tres años cuando ya había superado los 90 años. Famoso por joyas como “Hiroshima mon amour”, “Hace un año en Marienbad” y el dramático cortometraje “Noche y niebla”, era bien conocido en nuestro país al punto de que más de la mitad de sus 20 largometrajes tuvieron estreno local. La “canción” del título aludía a melodías de famosos como Edith Piaf, Charles Aznavour, Sylvie Vartan, Serge Gainsbourg y Gilbert Bécaud, que eran entonadas por el amplio reparto. Justamente Jaoui y su marido Jean-Pierre Bacri eran de los primeros en aparecer en pantalla. Pero su rol no se reducía al de la actuación ya que el guion del film era de su autoría. Resnais incluso inventó el neologismo “JABAC” con las primeras letras de sus respectivos apellidos y a la fecha la pareja lleva escrita una decena de guiones.

Poco después se estrenaría “Un aire de familia” de Cédric Klapisch, quien luego se haría famoso con su trilogía “Piso compartido”, “Las muñecas rusas” y “Lo mejor de nuestras vidas” (todas con Audrey Tautou, Cécile de France y Romain Duris). La obra original en teatro se titulaba “Como en las mejores familias” y el guion era de los “jabac”, que colaboraron con Klapisch para llevarla al cine. Se trataba de tres hermanos que celebraban el cumpleaños de una de sus esposas en el modesto restaurant de provincia, donde transcurre casi toda la trama. La pésima y diversa actitud de la madre hacia sus hijos y una nuera desencadena un juego violento de palabras y desencuentros, logrando Klapisch disimular el origen teatral de la propuesta.

Su versatilidad la llevo a estar en ambos lados de la cámara.

Apenas iniciado el presente siglo Jaoui incursiona por primera vez en su nuevo rol de directora de cine y lo hace exitosamente con “El gusto de los otros”. Superó los 150.000 espectadores en Argentina, cifra que en los últimos tiempos no es obtenida por ninguna película francesa. Aquí el rol central lo tiene Bacri, cuyo Monsieur Castella es un exitoso industrial que se aburre con su esposa. Pero todo cambia un día cuando descubre, al ir al teatro, que la actriz que interpreta a la “Berenice” de Racine no es otra que su ex profesora de inglés, de la que queda prendado. Y es a ella a quien él había echado por considerar que su forma de enseñar no era atractiva. Como bien señalaba Marcelo Zapata en su crítica “uno de los mayores placeres de los muchos de la película eran sus personajes, tan creíbles en sus pequeñas miserias como en sus inocentes vanidades”. Aun siendo coguionista con su marido, la actriz-realizadora se reservaba un rol menor en esta oportunidad.

“Como una imagen” segundo largometraje como  realizadora no anduvo mal en la boletería, con más de 65.000 espectadores, aunque con críticas no tan favorables como la anterior. Lolita (Marilou Berry, hija de la actriz Josiane Balasko) tiene a sus 20 años varios problemas. Su padre (Bacri) es un célebre novelista  que la ignora, mientras que sus problemas de sobrepeso le juegan en contra. Su profesora de canto (Jaoui), cuyo marido es un aspirante a escritor exitoso, accede a darle clase de canto, pero al hacerlo especula con la posibilidad de conseguirle una oportunidad literaria a su pareja. Hay mucho cinismo en la mayoría de los personajes, aunque el final resulta esperanzador. A señalar que la actriz y directora visitó Argentina en oportunidad de su estreno y que los coguionistas ganaron el correspondiente premio en el Festival de Cannes.

También fue estrenado “Háblame de la lluvia”, su tercer film como realizadora, nuevamente acompañada por su esposo en el guion. Aquí ella encarna  a una escritora feminista con aspiraciones políticas, mientras que Bacri compone a un director documentalista quien junto a un joven argelino desean retratarla. Menos sólida que las anteriores, su título proviene de una famosa canción de Georges Brassens (“L’orage”). Llevó la mitad de espectadores que la anterior y el menor interés del público se debe probablemente a que la temática interesó menos que las anteriores.

Ahora con 50 primaveras (“Aurore”), retorna la Jaoui – actriz brillante. Ya no es directora (Blandine Lenoir – segundo largometraje) ni guionista, pero en cambio tiene el rol central de una mujer, cuya edad ronda los cincuenta y que acaba de separarse. Tampoco está Bacri pero la secundan un grupo de actores notables. Es el caso de Thibault de Montalembert, ex pareja al que ella rechaza y luego decide recuperar, su ex marido (Philippe Rebot) que se acaba de quedar sin trabajo y sobre todo una amiga muy graciosa (Pascale Arbillot) y excelente compañera.