Actualidad, Argentina

“El (Im)Posible Olvido”: entrevista a Andrés Habegger

El director nos cuenta detalles sobre el documental que reconstruye la desaparición de su padre durante la última dictadura militar.elimposibleolvido

Andrés Habegger es el realizador, narrador y protagonista de “El (Im)Posible Olvido”, un documental conmovedor donde busca reconstruir la figura de su papá desaparecido durante la Dictadura Militar argentina. Apelando a material de su archivo personal, e incluso al found footage (metraje encontrado) el documentalista hace un retrato íntimo donde al exponerse devela, como si diseccionara, la vida cotidiana de aquellos que fueron víctimas del terrorismo de Estado. En el recorrido la pregunta por la memoria y sus vericuetos (incluso el olvido) salen a la luz.

A diferencia de otras cinematografías de América Latina, el cine argentino contemporáneo no ha eludido a la Dictadura Militar como tema. Y en esa línea ha brindado un conjunto de obras que unidas por su tema a veces están desunidas por sus estéticas: films de ficción que apelan a algún género, protagonizados por actores conocidos, o desconocidos, documentales de investigación y testimoniales, documentales narrados en primera persona son algunas de las variantes de este abanico de gran importancia para la construcción de la memoria local.

En “El (Im)posible olvido” el documentalista Andrés Habegger (“Imagen Final”, “Cirquera”, “D- Humanos”) es el centro de la escena. Dando vuelta los roles de documentalista y sujeto observado, Habegger se expone a sí mismo en algo tan íntimo y doloroso como la ausencia de un papá desaparecido durante la Dictadura Militar, específicamente en el año 1978 en un operativo conjunto entre la Argentina y Brasil. Andrés, que ya vivía en Brasil con su mamá por consejo de unos amigos, nunca más volvió a ver a su papá. Y eso inevitablemente ha traído consigo algunas lagunas. Se ha dicho: la memoria es selectiva y a veces para ayudarnos a seguir viviendo suprime ciertas cosas. Sobre esa supresión es que Habegger organiza su relato y en ese camino el film se transforma también en una película de investigación.

Ultracine: Salvando las distancias (una ficción en un caso, un documental en primera persona en el suyo) usted es como el periodista de Kane pero busca reconstruir a su papá, abrazarlo con su relato. ¿Cómo se dio ese proceso?
Andrés Habegger: Sí, es un abrazo, un reconocimiento y una despedida. La película comenzó a gestarse en el 2010 atravesada por un concepto filosófico: el olvido. Todavía no estaba relacionada con algo íntimo y personal y no estaba la idea de rodarlo en primera persona. La idea fue avanzando y fui vinculando el concepto de olvido con mis propios olvidos y fueron apareciendo el diario, las cintas de audios, imágenes y todo fue mutando hacia una historia mucho más personal donde yo me reconocía en mis propios olvidos. Pensaba: “¿dónde se alojan las cosas que uno olvida?”. Tardé tres años en aceptar que si quería contar lo que quería contar tenía que estar de este y del otro lado de la cámara. Una vez que estuve dispuesto me brindé con todo.

Ultracine: ¿Tuvo alguna referencia al momento de plantearse el documental?
A.H: Sí, cuando comencé tuve como referencia al documental de Chris Marker “San Soleil” porque estaba ligado al concepto filosófico de la memoria y el olvido y hay documentos de cartas. También hay varios documentales en primera persona, varias películas y mucha literatura. Por ejemplo, las novelas “Nada se opone a la noche” de Delphine de Vigan y “La invención de la soledad” de Paul Auster. Por supuesto, imágenes. Esto es una película y debe ser contada con imágenes.

Andrés Habegger filmando en Brasil.

Andrés Habegger filmando en Brasil.

Ultracine: Algo de sus recuerdos olvidados: ¿se activaron durante la realización del documental? ¿Cuánto le sirvió como persona realizarlo? ¿Dudo alguna vez durante el rodaje en continuar?
A.H: Yo buscaba en los lugares para ver si algún recuerdo se activaba por eso fui a Mendoza, al aeropuerto de la ciudad de México, quería ver si estando ahí volvía alguna sensación, imagen, recuerdo, la verdad nada de eso sucedió. Nada se volvió a activar como recuerdo pero si recordé haber estado ahí. Cuando estaba filmando ahí en esos lugares, filmando en Super 8, pensé que si hubiera tenido una cámara en ese momento lo que hubiera filmado habría sido esto. No tengo imágenes, no tengo esos recuerdos pero a partir de ahí me construí un pasado.
No tuve dudas de continuar pero sí hubo momentos en el rodaje absolutamente verdaderos y eso tiene que ver con el dispositivo cinematográfico. Hay muchos materiales, como las cartas, con los cuales me había enfrentado antes pero cuando los enfrenté en la situación de rodaje fue distinto, pasó algo absolutamente verdadero y creo que eso tiene que ver con estar siendo observado, con saber que eso es para transformarse en relato. Sí, hubo muchos momentos donde tuvimos que parar porque se generaba algo de quiebre emotivo muy fuerte donde yo sentía que tenía que seguir con otra cosa para tomar respiros.

Ultracine: Su mamá tomó una decisión: protegerlo por sobre todo. ¿Qué siente de esto?
A.H: Yo creo que tanto mi madre como mi padre tomaron las decisiones que creían convenientes y de las cuales estaban convencidos. A mi mamá le tengo que agradecer su cuidado, y a mi papá toda su convicción política. Cuando se va creciendo, y madura, se puede reconocer lo positivo, tomar distancia y elegir donde pararse, sabiendo que siempre los padres hacen lo que pueden y lo que consideran mejor.

“El (Im)Posible Olvido” es una co-producción entre Cepa Audiovisual (Argentina), Taiga Films (Brasil), La Sandia Digital (México) y productores argentinos. Se puede ver en el cine Gaumont, Showcase Haedo y Monumental Lavalle, entre otros cines del país. A partir del 12 de noviembre también se exhibe en el Malba todos los sábados a las 20 hs.

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