Actualidad, Argentina

“Animales nocturnos”: el terror de un mundo en apariencia perfecto

La segunda película de Tom Ford es un thriller donde la literatura y el cine se dan la mano refinadamente.

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Tom Ford es un diseñador de modas e ícono de la sofisticación en el Siglo XXI, devenido en realizador audiovisual. En “Animales nocturnos”, dirige a Amy Adams, una de las actrices más sutiles del Hollywood contemporáneo, y al versátil Jake Gyllenhaal, quien interpreta aquí a dos personajes, y un deslumbrante Michael Shannon en el rol de un detective dentro y fuera de la ley, y entre la vida y la muerte.

Susan Morrow (Amy Adams) es una mujer que aparentemente lo tiene todo: una casa  despampanante, una carrera brillante como directora de una importante galería de arte en Los Ángeles, un marido guapo y mucho dinero. Sin embargo, atraviesa un período de vacuidad y desinterés. Esto se traduce en una noctambulidad repetida que al principio es ociosa pero luego se transforma en una experiencia intensa cuando sorpresivamente le llega un libro que está dedicado a ella y escrito por su ex esposo Edward Sheffield (Jake Gyllenhaal). A partir de allí el mundo en apariencia perfecto y un tanto cínico en el que se mueve nuestra protagonista se ve sacudido por una historia de terror, con altas dosis de crueldad, que transcurre en Texas, el Sur de los Estados Unidos.

No es la primera vez que el cine norteamericano retrata esa parte del país, digamos mítica. De hecho, el western transcurre mayoritariamente en esa zona desértica y no por casualidad Bazin, en su ineludible libro “¿Qué es el cine?”, titula a uno de sus capítulos: “El western o el cine norteamericano por excelencia”. Pero “Animales Nocturnos” no tiene nada que ver con el western excepto porque el apellido del director inevitablemente nos remite al maestro John Ford y porque, como veremos, algunos de sus elementos han sido “sacados de allí” para meterse en un thriller. El film de Ford cuenta la historia de Susan y la historia que ella lee: la de Tony Hastings (Jack Gyllenhaal) que decide emprender unas vacaciones manejando de noche hacia el Sur, hacia Texas. Lamentablemente, las cosas no saldrán bien y el hombre, y su esposa e hija, se verán amenazados por un grupo de delincuentes que los someten al peor de los “juegos”.

nocturnal-animals“Animales Nocturnos” es una película metatextual: en este caso del cine dentro de la literatura. Pero las referencias a “Funny Games”, “La Naranja Mecánica” e incluso a aquella primera película de Steven Spielberg “El Duelo” (que también fue de alguna manera retomada por Damián Szifrón en el capítulo interpretado por Leonardo Sbaraglia en “Relatos Salvajes”) son ineludibles. Sin embargo, Ford se la ingenia, y con bastante tino teniendo en cuenta que es casi un inexperto en el terreno, para desmontar aquellas alusiones y ponerlas en un contexto específico: el Sur de los Estados Unidos donde la corrupción, la complicidad entre sus habitantes, los policías entre la ley y el delito son moneda corriente. Asimismo, nos va acercando a esa trama articulando distintos tiempos: no solo el de la ficción misma (o sea el de novela) sino también el tiempo presente de Susan (en su casa con sus obligaciones cotidianas y su mala relación con su marido) y el del pasado de la pareja de Susan y Edward.

El resultado es un film con una atmósfera particular que articula distintas capas narrativas y distintos narradores delegados u omniscientes: por un lado está el relato en tercera persona que sigue al personaje de Tony Hastings y su derrotero con los delincuentes. Por otro lado, está el relato de Susan cuando recuerda su pasado con Edward. Por último está el relato del presente de Susan. Los tres tiempos, a su vez, están situados en escenarios bien distintos. Asimismo, es a través de Susan, cuando se transforma en narradora delegada del director, que vamos accediendo a la trama de la novela, es ella la que dosifica la cantidad de información que se nos van brindado.

En este mosaico de tiempos Ford también se las ingenia para describir personajes atípicos. El que más llama la atención es el de Tony Hastings que no es exactamente lo que se asocia con el héroe norteamericano que hace lo imposible por salvar a su familia. Digamos que Tony es el opuesto perfecto de Sully (el héroe con todas las letras interpretado magistralmente por Tom Hanks en la película homónima) porque no se enfrenta a los delincuentes cuando estos los acosan y tampoco se muestra cuando le dicen “tu esposa e hija te quieren ver”. Tony es un hombre asustado, confundido y agobiado por la culpa de no haber accionado cuando debería haberlo hecho. Su contrapunto es el personaje de Bobby Andes (un deslumbrante y sorprendente Michael Shannon que debería estar nominado entre las interpretaciones a Mejor Actor de Reparto en los próximos premios Oscar de la Academia) que todo intenta llevarlo al terreno de la acción. Lamentablemente, Bobby sufre de una enfermedad terminal y su accionar es por momentos bien torpe.
En este sentido, Bobby podría ser remanente del cowboy y Tony el del héroe norteamericano.

Tom Ford.

Tom Ford.

Tom Ford no es ajeno a construir estereotipos masculinos que salen de la norma. Su ópera prima “Un hombre soltero” (2009)  -donde Colin Firth interpretaba a un profesor homosexual en una sociedad que reprimía y perseguía a la homosexualidad- es otro ejemplo de como construye sus personajes masculinos. Con respecto a los mujeres tampoco se queda atrás: Susan es una mujer a contra mano del american dream porque en vez de expresar orgullo por todo lo que consiguió vive en el pasado y se mueve en el terreno de la insatisfacción constante.

Este rico entretejido que es “Animales Nocturnos” supera a la anterior propuesta de Ford y a partir de este jueves se puede ver en los cines argentinos. A tener en cuenta: “Animales nocturnos” está basada en la novela “Tony y Susan” de Austin Wright y obtuvo el Premio al León de Plata en el pasado Festival de Cine de Venecia.

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