Actualidad, Argentina

“El peso de la ley”: justicia para algunos

Entrevistamos a Fernán Mirás, quien debuta como director con un drama judicial.

 

Fernán Mirás es un hombre conversador, ameno. El destino no se hubiera imaginado que del personaje que interpretó en “Tango Feroz” devendría un hombre preocupado por su entorno que este mes se estrena como director de cine en “El Peso de la Ley”. Un proyecto que surgió de un expediente judicial que un amigo suyo abogado utilizó como base para su tesis y que transcurre entre la ciudad y el pueblo “El Escondido”.

En “El Peso de la Ley” una abogada con principios, Gloria Soriano (Paola Barrientos), decide enfrentar a la fiscal Rivas (María Onetto) por una causa en la cual las pruebas son difusas. Aún así Rivas ha pedido 12 años de prisión para un hombre acusado de violación. Soriano intuye que este dictamen se debe a que tanto el acusado, como la presunta víctima, son personas sin ningún tipo de protección o amparo social y que a nadie le importó investigar profundamente. Tanto es así que al revisar el expediente descubre fotos que ofician como prueba que no solo son bizarras sino que son denigrantes para los implicados.

Decidida a llegar a la verdad en medio de un contexto que también la maltrata y denigra (por su condición de mujer, soltera y renga) Soriano llega a “El Escondido” para desentramar los hechos de la presunta violación. Conversamos con Fernán Mirás sobre su debut como director de cine y también sobre el detrás de la trama.

Ultracine: ¿Es tu primera experiencia detrás de cámara?
Fernán Mirás: Sí, creo haber hecho un mediometraje en video con dos amigos a los 20 años que nunca terminamos de editar, entonces yo no le tenía tanto miedo a la experiencia aunque estaba preocupado por un montón de cuestiones. Diez años atrás me habían ofrecido dirigir algo pero me pareció que no podía sobre todo por el respeto que tengo a los directores. Pero cuando el co-guionista de la película, Roberto Gispert, que también es co-productor, me ofreció esta historia acepté. Todo esto nace de él: el expediente es su tesis de abogacía porque para él es como un ejemplo perfecto de todo lo que se hace mal en el Poder Judicial que puede llegar a hacer padecer a dos personas gratuitamente. Empezamos a escribir el guión, lo terminamos y bueno a partir de allí empezamos a pensar cómo realizarlo.

U: Cuando uno ve el expediente en la película no sabe si llorar o reír…
F.M: El expediente es el típico que los abogados se pasan para matarse de risa. El expediente en el que está basada la película es realmente mucho peor que lo que se ve y cuando Roberto lo vio, vio otra cosa. De ahí surgió la idea para la película de que nosotros como espectadores primero vemos el expediente y las pericias pero cuando Gloria lo ve, ve otra cosa de la misma escena: lo que ella ve es que esas dos personas, por su condición social, van a ser maltratadas, nadie se da cuenta e incluso se ríen de ellos.

U: ¿Cómo hicieron para finalmente producir la película?
F.M: Roberto le había hablado a Sokolowicz del guión y fue así que ingresó Aleph Media en la producción. A Fernando le gustó el guión y a los 6 meses dio luz verde para que empecemos a filmar. Realmente me considero con suerte porque yo estuve en proyectos con directores que a lo mejor se filman a los 5 años o directamente no se hacen.

U: ¿Participaste de la elección de las locaciones?
F.M: Fue algo raro ese proceso porque aún antes de tener el presupuesto para filmar le dije a Roberto que quería ir viendo locaciones. Nosotros trabajábamos vía mail y una vez cada 15 días nos juntábamos para trabajar en Mar del Plata que es de donde es Roberto. Y por una cuestión de que no teníamos nadie que haga el scouting, y también para querer empezar a adelantar el trabajo, empecé a ver lugares. Yo tuve la idea de que el pueblo fuera en un bosque, como en un lugar abandonado por “la civilización”, más primario y que las oficinas en la ciudad contrastaran con eso. Un fin de semana fui a Necochea por otro tema y les conté que quería mirar locaciones y de la Secretaría de Turismo me dijeron “si querés filmar acá quedate que te llevamos a los bosques”. Lo que vi me empezó a modificar mucho la idea. Eso fue buenísimo porque al momento de armar el plan rodaje conocía todo el lugar.

U: El tono de la película es extraño, en un buen sentido. El espectador se queda con la sensación de que no sabe si reír o llorar ¿qué pensás?
F.M: Yo sentía que era un poco difícil la definición del tono de la película pero que al mismo tiempo iba a funcionar. La certeza empezó a aparecer en la edición, esa combinación con el humor o de los temas que a lo largo de la película se empiezan a unir. Yo no estaba seguro de nada porque era mi ópera prima, pero para ciertas cosas me guíe por la intuición y determinadas películas como “Fargo” de los Cohen. Al mismo tiempo no se sabe bien en qué época transcurre…

U: Totalmente. De hecho en la puesta en escena hay objetos anacrónicos: el cassette, el colectivo trompudo. Realmente, el arte de la película (de Sergio Hernández) está muy bien, genera una ambigüedad.
F.M: Yo sentía que había cierta cosa difícil de definir pero que tenía que definirla. Pero al mismo tiempo sentía que si yo no la podía definir del todo es porque esa mezcla de elementos podían convivir. Lo mismo me pasó con la mezcla de lo dramático y lo cómico, y lo mismo con la fusión del cuento clásico (es una película de abogados) pero que por momentos se va hacia otro lado como cuando ella, Soriano, se pierde en el bosque.

U: ¿Trabajaron con actores del lugar?
F.M: A nosotros nos pareció que si íbamos a filmar a la costa estaba bueno que también participaran actores del lugar. Así que en Mar del Plata llamamos a un casting y de allí surgieron actores como El Gringo. Me encanta eso por eso la vamos a estrenar también en Mar del Plata y Necochea.

“El Peso de la Ley” se estrena el 23 de marzo en los cines de la Argentina. Su director, Fernán Mirás, protagonizó las películas “Tango Feroz”, “Caballos Salvajes”, “Buenos Aires Vice Versa” y trabajó en infinidad de programas para la televisión local como “Chiquititas”, “La Banda del Golden Rocket”, Verano del ’98, etc.