El agente de CIPOL es la octava película del director inglés.

Polémico, transgresor, irregular y dueño de un estilo único y distintivo, Guy Ritchie readapta una de las series de televisión de espionaje más famosas. «El agente de C.I.P.O.L.» («The man from U.N.C.L.E») nació inspirada por el éxito de James Bond y se transmitió desde 1964 a 1968 a lo largo de 105 episodios.

Guy Ritchie toma este clásico de los ´60 para convertirlo en un producto apto para 2015. No hay olor a vetusto en sus planos-detalle-insignia, en las pantallas partidas, en la fotografía ni en la banda sonora. Napoleón Solo (Henry Cavill, el nuevo Superman) e Illya Kuryakin (Armie Hammer, el nuevo Llanero Solitario) deben impedir un complot internacional en plena Guerra Fría.

De alguna manera, parecía el proyecto perfecto para el perfil de Guy Ritchie quién venía de adaptar exitosamente otro clásico («Sherlock Holmes»). Luego de varios años a la deriva y en las manos de Warner, la película ya había pasado por varios directores (Quentin Tarantino y Steven Soderbergh, entre otros) y actores (Tom Cruise y George Clooney, como ejemplo).

Las 5 películas estrenadas de Guy Ritchie sumaron 1.603.587 de espectadores.

Desde su debut con su cortometraje «The hard case», Ritchie no pasó desapercibido. Este trabajo  le permitió generar interés en el Reino Unido para el financiamiento de su primera película. Así fue como surgió «Juegos, trampas y dos armas humeantes» en 1998 que logró un estreno en Inglaterra y un lanzamiento mundial moderado en 1999. Llegó a Argentina de la mano de Sony y atrajo a 36.249 espectadores: nada mal para un director debutante.

La historia escrita por Ritchie mostraba a cuatro amigos obligados a realizar un robo por una deuda de cartas con un jefe del crimen organizado. La ópera prima ya insinuaba el estilo del realizador: montaje rápido, planos detalle, ángulos de cámara poco comunes, historias corales, la narración desplegada cronológicamente desde diferentes perspectivas, un gusto por las historias de mafia y acción condimentadas con el clásico humor negro británico. Además tuvo el mérito de hacer debutar a Jason Statham («El transportador»), al entonces futbolista Vinnie Jones e incluso incluyó un papel para el cantante Sting. Posteriormente, la película tuvo una adaptación televisiva en mayo de 2000.

Guy Ritchie retoma la temática y estética de su primera película en «Snatch: cerdos y diamantes».

La secuela espiritual de «Juegos…» fue «Snatch: cerdos y diamantes» que heredó el tono, la temática, a muchos de sus actores (Statham, Jones y Alan Ford) y sumó estrellas de talla internacional: Brad Pitt, Benicio del Toro y Dennis Farina. Sony nuevamente apostó por Ritchie y estrenó la película en Argentina que vendió 211.541 tickets y sextuplicó su convocatoria anterior.

A raíz de «Snatch» Ritchie conoció a la que sería su esposa: Madonna. Así comenzó una serie de colaboraciones con ella (videoclips, principalmente) hasta llegar a su mayor fracaso de taquilla: «Insólito destino» («Swept away»). Protagonizado por la cantante, se trató de una remake abucheada por la crítica y el público y considerada una de las peores películas de 2003. En Argentina no pasó por los cines y se estrenó en DVD y VHS por LK-TEL.

Dos años después, estrena «Revólver» desplazando su estética a los casinos aunque sigue centrado en el crimen. Vuelve con uno de sus actores fetiche –Jason Satatham- aunque esta vez producido por Luc Besson. Fue otro fracaso comercial. En 2007 Ritchie la remixó y la reestrenó en EEUU. Esa versión llegó a Argentina aunque finalmente se lanzó directamente en DVD por Gativideo en 2008.

«Rocknrolla» aborda la mafia del sector inmobiliario londinense.

El mismo año se estrenó en salas la quinta película del realizador inglés: «Rocknrolla». Y la suerte de Ritchie comienza a cambiar. Con un aire más parecido a sus primeras dos películas, desplaza sus obsesiones (crimen, amigos en problemas, humor negro, planos y enfoques atípicos) a las especulaciones del mercado inmobiliario. De todas maneras, en Argentina convocó a menos espectadores (23.052) que su ópera prima.

Su próximo desafío será el que finalmente lo redime de una carrera con altibajos. Producido por Warner, toma a uno de los personajes más celebres de la cultura británica y sale airoso. «Sherlock Holmes» revive al famoso inspector (ver artículo especial de Jorge Luis Scherer sobre el personaje ) en la piel de Robert Downey Jr. acompañado de su fiel compañero, el Dr. John Watson (Jude Law). Alejado de su solemnidad, la historia huele a estética steampunk con un aire bohemio. Aunque encorsetado aún se puede vislumbrar el punto de vista «ritchieniano». En Argentina supera los 600.000 tickets vendidos.

La secuela «Sherlock Holmes: juego de sombras» se estrena en 2011 con los mismos protagonistas. La taquilla argentina acompañó de igual manera a la segunda película sin variar demasiado la performance anterior (666.541 entradas). La saga completa superó el billón en los mercados mundiales.

Su pericia renovadora con el detective inglés debe haber sido determinante al momento de elegirlo para la dirección de «El agente de C.I.P.O.L.», que se estrena el jueves 27 de agosto en las salas. De hecho, continuará con el mismo plan de restaurar clásicos con la película que está filmando actualmente: «Los caballeros de la mesa redonda: El Rey Arturo» esperada para 2016.