Argentina, Industria

“Yo veo cine argentino”: los claroscuros de la producción nacional

Entrevistamos a Mariano Oliveros, autor del libro que analiza al espectador medio local y da herramientas para productores y directores.

"Yo no veo cine argentino"

“Yo no veo cine argentino” es una de las frases más repetidas por una gran parte del público nacional. Los prejuicios no sólo están del lado del espectador. También muchos involucrados en la producción audiovisual desconocen los detalles que pueden llevar a convertir a una película en un éxito en las salas.

A través de un preciso análisis, el libro de Mariano Oliveros derriba algunos de estos mitos y muchos más: “El cine argentino necesita más producciones como “Relatos salvajes”; “Ricardo Darín como protagonista es la única clave del éxito”; “Mi película va a vender un millón de entradas”; “La promoción no es importante, lo que vende es la película”; «Necesito muchas salas».

Pero también provee herramientas para la producción y pone luz sobre un tema muy poco abordado en la literatura cinéfila: la importancia de las estadísticas.

Oliveros realiza una primera aproximación analizando la producción, taquilla, hitos y estrenos. Plantea horizontes reales para las pequeñas producciones. Y desmenuza el star system local y las nuevas generaciones de actores.

El autor continúa examinando la performance de cada género y los canales de exhibición comerciales y alternativos. Para terminar haciendo énfasis en la necesidad de un buen marketing para salir a las salas. “Yo no veo cine argentino” se puede conseguir en una preventa exclusiva a 250 pesos escribiendo a taquillanacional@gmail.com

Entrevista a Mariano Oliveros

El original enfoque de Mariano Oliveros está determinado por su trayectoria y obsesiones tempranas: el cine no solo como una producción simbólica sino también como un mercado y una industria. Administrador de Taquilla Nacional, periodista de Ultracine y otras publicaciones, especialista en marketing, productor, consultor. Y autor del libro “D-Culto Nacional”. Su versatibilidad se trasluce en las preocupaciones que desmenuza su libro. Hablamos con el autor para que nos hable sobre su segunda publicación.

Ultracine: ¿Cómo surgió este libro?¿Cómo fue el proceso de producción?Yo no veo cine argentino
Mariano Oliveros: Desde que soy chico que me apasiona el cine. No sólo como espectador, sino a nivel industria y producción. Tenía 12 años y copiaba en un cuaderno el top ten de espectadores que salía en los diarios todas las semanas. Pero no quería hacer un libro estadístico. Creía que ya tenía suficiente información y datos analizados como para hacer un escrito que mostrara cual es el panorama de consumo del cine en Argentina en general, y del cine argentino en particular.

Ultracine: ¿Por qué el título provocador de Yo no veo cine argentino?
MO: El título alude a la frase típica que suele escucharse de buena parte de los espectadores (o No-espectadores) para desmerecer a las propuestas nacionales. Puedo entender a una persona que vio veinte películas argentinas y no disfrutó de ninguna. Pero hay gente que solo vio cuatro o cinco títulos que encima les gustó. Pero aun así, se manejan con total prejuicio y desdén con el cine nacional. Y ni siquiera les interesa saber qué se está produciendo y exhibiendo.

El título cambió y ahora el NO está tachado, por recomendación de Axel Kuschetvasky. Ya que lentamente la opinión de muchos espectadores está cambiando con respecto al cine nacional.

El crecimiento del cine argentino

Ultracine: ¿Cómo creció el cine argentino en los últimos años?
MO: Ese crecimiento se dio a partir de 2013. Antes había un promedio de entre 3 y 4 millones de entradas vendidas (equivalentes a un 10% de cuota de mercado). Mientras que a partir de ese año, las ventas no bajan de los 6.500.000. La cuota de mercado creció a un 15% anual. Aun en años donde hubo récord de ventas a nivel general.

Ultracine: ¿Cómo ves la situación del cine argentino en la fase de distribución y exhibición?
MO: Siempre la queja de los realizadores fue por la falta de salas. Pero el verdadero problema es la falta de comunicación para las películas chicas y medianas. Intentos de regular esta falta como fue la obligación establecida por la Ley de Medios de que cada canal participe en la producción o comercialización de 8 películas nacionales por año hubiera mejorado exponencialmente el rendimiento de muchas películas. Podés estrenar en muchas salas. Pero sin difusión, la expectativa comercial sigue siendo limitada.

Ultracine: ¿Qué eligen los argentinos a la hora de ver cine?
MO: Hay una división importante. Más de la mitad del total de entradas que se venden por año corresponden a películas familiares o que apuntan a un target de 25 años para abajo. El adulto de más de 35 años que fue, tradicionalmente, el fuerte del cine argentino, cada vez ve menos cine en salas. El espectador del cine argentino suele ser, en su mayorí

a, mujeres y parejas de más de 30 años.

Los títulos más taquilleros y las fallas en el marketing

 

Ultracine: ¿Cuál es el factor común de los títulos más taquilleros de los últimos 20 años?
MO: Como te decía, los hits familiares son, por lejos, lo más visto año a año. Pueden ser películas animadas o live action. Y después las películas multi-target, aquellas que atraen a un adolescente hombre de 16 años y a una mujer de 40 años por igual. Películas como “Relatos salvajes”, o las dos últimas de “Rápidos y furiosos” fueron enormes éxitos por esa transversalización.

Ultracine: ¿Cuáles son las principales fallas a la hora de vender una película?
MO: El problema es que los realizadores o productores no ven a sus películas como un producto. No admiten que su película, ya sea para festivales, para el circuito de cine de autor, o para el público más tradicional, tiene que atraer la atención mediante herramientas de comunicación. Todavía está la idea vetusta de que la película va a ser “descubierta” por la gente. Y que todos van a decirle a sus conocidos lo fabulosa que es. Lo cierto es que una película hoy tiene una ventana activa de exhibición de entre tres o cuatro semanas a menos que se convierta en un hit.

 

Los estadísticas de cine

Ultracine: ¿Por qué considerás que el cine como negocio es un gran faltante en las curriculas académicas y el periodismo?
MO: Básicamente porque es un país que pensó siempre al cine bajo la óptica de producción francesa. Y todo lo que tuviera que ver con el desarrollo de una industria era automáticamente asociado a Hollywood, una mala palabra. Pero Francia tomó a lo largo de las décadas una serie de medidas que permitió que todo su cine se desarrollara: espacios para el cine arte, y películas de acción, comedias, thrillers y terror para desarrollar la industria. El periodista o realizador audiovisual solo toma el concepto de autor, y saca del medio todo lo demás.

Los desafíos

Ultracine: Como conclusión, ¿Cuáles son los desafíos a futuro para los realizadores y los espectadores?
MO: Veo tres desafíos. Uno es desarrollar historias universales y de gusto popular pero con guiones cuidados y con personajes cercanos a la cultura local. Eso hizo Corea del Sur, que hace una película de tornados destruyendo la ciudad, pero el guión es impecable.

El segundo es si vas a hacer cine de autor, pelear para profesionalizar la difusión y las herramientas de comunicación para sacar al espectador de cine arte de su modorra. Lo cierto es que el espectador de cine de autor es tan prejuicioso con el cine argentino como lo es el espectador común y corriente; y necesita ser “seducido” de la misma manera. Los logos de los premios en el póster ya no atraen a nadie. Daniel Rosenfeld es una persona que sabe trabajar el cine de autor a la perfección y todas sus películas han funcionado de manera excelente.

Y el tercero es desarrollar más el cine de productor. Propuestas que estén a tono con el consumo actual del espectador local, pero que no sean películas apuradas. No se puede hacer una “Transformers” pero que no haya ninguna película de terror argentina con posesiones o embrujos a esta altura del partido, es un despropósito.