La película se estrena en Uruguay el 14 de abril distribuida por Buen Cine.
De Alemania nos llega “Por la vida” (“Auf das Leben”) de Uwe Janson. La película vuelve a tratar un tema recurrente de dicha cinematografía, que pese a haber transcurrido más de 70 años atrás, no deja de generar inquietud en la sociedad germana. Ruth es una sobreviviente del Holocausto, magistralmente interpretada por Hannelore Elsner (“Las flores del cerezo”), que al inicio de la trama se ve obligada a realizar una forzada mudanza a otra vivienda por un remate judicial. Quien la ayuda con su combi es el joven Jonas, cuyo rostro le recuerda a alguien que tuvo gran gravitación en su vida en la época nazista. En un doble rol se luce Max Riemelt a quien se ha visto en otras producciones tales como “El amigo alemán” y “La ola”.
Otras dos películas de 2015, la recientemente nominada al Oscar extranjero “Laberinto de mentiras” de Giulio Ricciarelli y la espectacular “Victoria” de Sebastián Schipper, filmada en un único plano secuencia de más de dos horas de duración, confirman la vitalidad del cine alemán contemporáneo.
A lo largo de los últimos quince años se han estrenado alrededor de cincuenta películas alemanas, cantidad relativamente exigua si se tiene en cuenta que la producción de dicho origen supera anualmente los cien títulos.
“La caída” y “En un lugar de África”
Nada mejor que empezar por “La caída” (“Der Untergang”) de Olivier Hirschbiegel (El experimento”), el film alemán que fuera nominado a mejor película extranjera. A lo largo de dos horas y media la increíble caracterización de Bruno Ganz lograba transmitir el grado de paranoia y falta de contacto con la realidad del responsable máximo de la mayor catástrofe humana del siglo pasado. Cabe señalar de paso que más de un historiador no cree que Hitler haya muerto en el bunker y hay hasta quienes sostienen que llegó hasta nuestras costas y murió en la Patagonia, hipótesis poco probable.
Ya tres años antes, “En un lugar de Africa” (“Nirgendwo in Afrika”) de Caroline Link (“Las voces del silencio”) había sido nominada al Oscar extranjero, galardón que obtuvo y que hasta entonces sólo una película muy anterior (“El tambor”) había ganado para Alemania. La película de Link mostraba a una familia judía que emigraba a Kenia, subrayando el desarraigo que dicho traslado traía aparejado.
Adolf Hitler y sus seguidores se atrincheran en un búnker durante la Batalla de Berlín en «La caída».
Películas sobre el nazismo
En los últimos diez años la avalancha de películas referidas al tema del nazismo ha sido impactante, fenómeno que no se limita al cine sino a otras artes como la literatura.
En 2005 “Sophie Scholl: los últimos días” de Marc Rothemund se refirió al tema de la resistencia al Tercer Reich y a la trágica muerte de los hermanos Scholl, con una impecable interpretación de la joven Julia Jentsch.
En 2007 “Los falsificadores” de Stefan Ruzowitzky vuelve a darle un Oscar a una producción alemana, en verdad una coproducción con Austria que fue el país que la presentó. Retrata un hecho verídico en el campo de concentración de Sachsenhausen como fue la falsificación de billetes ingleses por parte de un grupo liderado por un judío en prisión.
Finalmente en 2008 “Anónima: una mujer en Berlín” de Max Farberbock está basada en el diario de una mujer alemana, que en la capital de su país y al igual que muchas otras, fue violada por soldados rusos y terminó siendo la amante de un general de dicho origen.
“La vida de los otros” y “Good Bye Lenin”
“La vida de los otros“(“Das Leben der anderen”) de Florian Henckel von Donnersmarck se refiere al otro hecho histórico que marcó la vida de los germanos durante el siglo pasado, cuando en verdad no había una sino dos Alemanias. La inolvidable interpretación del ya fallecido Ulrich Muhe como el oscuro agente de la Stasi (policía secreta del partido comunista) que vigila al escritor Dreyman (Sebastian Koch) y su esposa (Martina Gedeck) fue uno de los máximos atractivos del film.
Ulrich Muhe es un agente de la Stasi en “La vida de los otros”
Un tono completamente distinto al film anterior aunque con algún parentesco temático tiene “Good Bye Lenin” de Wolfgang Becker, donde sobresale Daniel Bruhl (Alex) como el hijo de una madre comunista, la que despierta de un estado de coma a pocos días de la caída del Muro. Temeroso del shock que podría producirle la noticia del singular cambio político y de que el mismo pueda afectar la salud de la progenitora, decide junto a su familia montar una ficción. Al estar ella postrada le hacen creer, vía videos, que todo sigue igual y le explican que los carteles de Coca Cola que ella ve desde su ventana son el resultado de la estatización de dicha compañía.
Los directores alemanes
A diferencia de otras cinematografías europeas, como las de Francia, Italia e incluso España, no son muchos los realizadores alemanes cuyas películas tienen asegurado su estreno.
Michael Haneke es uno de los pocos cuya filmografía (“La profesora de piano”, “Caché”) ha tenido significativa distribución local. Nacido en Munich en verdad, ha filmado en varios países de Europa como Francia y Austria. La coproducción “La cinta blanca” (“Das weisse Band”) si bien no ganó el Oscar extranjero, pese a estar nominada, ganó en cambio la Palma de Oro de Cannes, hecho que repetiría más recientemente con “Amour”, producción íntegramente francesa.
Otros dos directores alemanes, integran la reducida lista con pluralidad de títulos conocidos localmente. Werner Herzog se hizo popular en las décadas del ’70 y ’80 con “Aguirre, la ira de Dios”, “Nosferatu, el vampiro”, “Woyzeck” y “Fitzcarraldo”, todas con el insólito Klaus Kinski. “La cueva de los sueños olvidados” en 3D mostraba las pinturas rupestres descubiertas en la cueva de Chauvet, en el sur de Francia. De Wim Wenders (“Buena Vista Social Club”) conocimos también en la misma época la notable “Pina” en 3D, un documental sobre Pina Bausch filmado pocos meses antes que la sobresaliente coreógrafa falleciera. “La sal de la tierra” es otro documental de Wim Wenders junto a Juliano Ribeiro Salgado.
En “Good Bye Lenin” la madre de Alex descubre la caída del comunismo en Berlín.
Otra realizadora alemana veterana, Margarethe von Trotta (“Las hermanas alemanas”, “Rosa Luxemburgo”, “La promesa”), ha tenido buena presencia en las pantallas. “Hanna Arendt y la banalidad del mal” es la más reciente de sus producciones.
De Dorris Dorrie se conoce la mitad de su filmografía y entre sus películas cabe destacar “Hombres”, ”Yo y él” y “¿Soy linda?” y ya en este siglo “Las flores del cerezo”.
Un interesante realizador nacido en Hamburgo y de origen turco es Fatih Akin. En su ciudad natal transcurre “Contra la pared” (“Gegen die Wand/Head-on”) con una joven que, con tal de escapar del asfixiante hogar paterno, acepta un matrimonio por conveniencia con alguien a quien no ama, al menos al principio.
Más impactante aún fue “Al otro lado” (“Auf der andere Seite”), film en capítulos donde varias historias simultáneas que más de un crítico asoció al cine de González Iñárritu & Guillermo Arriaga y donde la acción se traslada varias veces entre Alemania y Estambul. Ganó merecidamente el premio a mejor guión en el Festival de Cannes.
“Ave Fénix”.
Otro film de Akin es “Cocina del alma” (“Soul Kitchen”) donde sorpresivamente el realizador se refiere a la comunidad griega, con la que los turcos tienen poca afinidad. El ambiente es un restaurant heleno en Hamburgo en tono de amable comedia, no habitual en su filmografía.
Para completar este panorama del cine contemporáneo alemán parece adecuado referirse a uno de los realizadores más apreciados por los cinéfilos argentinos y uruguayos: Christina Petzold con “Triángulo”, “Bárbara” y «Ave Fénix». En todas ellas sobresale la actriz Nina Hoss.
