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“La posesión de Verónica”: adolescencia perturbada

Basada en casos paranormales reales españoles, también es un retrato familiar y de época.

La posesión

 

Madrid, 1991. Verónica es una adolescente de 17 años. Cuida de sus tres hermanos mientras su madre trabaja. Su padre ha muerto y como curiosa de lo paranormal intenta comunicarse con él a través de una tabla Ouija. Junto a sus amigas de colegio, hará el ritual un día de eclipse solar. Pero será otro espíritu maligno el que entrará en contacto y tomará posesión de ella.

La posesión de Verónica” (estrenada en España como “Verónica”) de Paco Plaza (leer entrevista) es un retrato paranormal pero también costumbrista sobre la España de 1991. Y sobre ese estado tan problemático: el de una niña convirtiéndose en mujer.

Lo paranormal

Junto al guionista Fernando Navarro, Plaza basa su historia en dos casos paranormales documentados de los ´90: los expedientes Vallecas y Embajadores. Pero tal como señala el director, la historia y los personajes son completamente ficticios.

Desde el punto de vista del género, los fenómenos se ven tanto fuera como dentro del campo. Sombras que acechan a los niños en las paredes, garras oscuras que amenazan la vida de Verónica y sus pequeños hermanos. La adolescente es poseída por un ente que parece estar tanto fuera como dentro de ella. Una sola persona del mundo adulto se percata de lo que sucede: la “Hermana Muerte”. El elemento religioso, obligatorio en el subgénero de posesiones, se hace presente con un personaje misterioso que asusta y reconforta a la vez.

Lo costumbrista

Pero también es relevante el umbral hacia la adultez de Verónica. Una adolescente que se ve obligada a cuidar de sus hermanos mientras su madre trabaja. Y que sufre por la pérdida de su padre, la ausencia de su progenitora y por perderse las actividades con sus amigas. Aquí se destaca el trabajo de la debutante Sandra Escacena y los niños que generan mucha ternura y empatía por lo que les sucede. Es un relato intimista con pinceladas autorales.

Un retrato de época

Por último, es un fiel retrato de época. Los principios de la década de 1990 se ven reflejados en la música muy presente de Héroes del Silencio, el vestuario y la dirección artística. Y la fotografía de una España a punto de convertirse en el país cosmopolita que es hoy en día.

Leer entrevista completa a Paco Plaza 

 

 

La posesión