Un nuevo encuentro entre el actor de “Filadelfia” y Ron Howard, el realizador que más veces lo dirigió.
El primer y temprano éxito comercial de Tom Hanks fue en 1984 cuando filmó “Splash”, donde se enamoraba perdidamente de una sirena interpretada por la muy bella Daryl Hannah. Seguramente no imaginaba en ese momento que su vida se cruzaría en otras cuatro oportunidades con el director Ron Howard, quien desde muy chico inició su carrera cinematográfica como actor. Con apenas cinco años Ronnie Howard, como se lo conocía en ese momento, actuaba junto a Yul Brynner, Deborah Kerr y Jason Robards en “Rojo atardecer” de Anatole Litvak. Y a la edad de 18 años sería George Lucas quien lo dirigiera en “American Graffiti”.
El segundo encuentro de la dupla Hanks-Howard se produciría en la década del ’90 con “Apolo 13”, justo después de la famosa dupla de Oscars de “Filadelfia” y “Forrest Gun”. Desde entonces la estatuilla de la Academia de Hollywood no le ha sido más otorgada, pese a algunas (pocas) nominaciones como las de “Salvando al soldado Ryan” (Steven Spielberg) y “Náufrago” (Robert Zemeckis), que funcionaron bien en la taquilla.
Pero si de recaudaciones se trata, descontando “Toy Story” donde sólo prestó su voz para encarnar a Woody, es nuevamente exitosa su asociación con Ron Howard interpretando al experto en simbología Robert Langdon, personaje creado por el escritor Dan Brown.
“El código Da Vinci” fue la primera de tres oportunidades, mientras que “Ángeles y demonios” no defraudó las expectativas de Sony (Columbia). Ahora y por tercera vez se reencuentran actor, director, escritor y estudio en “Inferno”, que promete repetir el éxito obtenido en las dos ocasiones anteriores.
Escena de «Inferno».
La novela fue escrita por Dan Brown en 2013 y el nombre alude a una de las partes de la famosa “Divina Comedia” de Dante Alighieri. El texto en que se basa el film, de algo más de 500 páginas, ha sido bastante respetado sobre todo en lo que a los personajes centrales se refiere, aunque puede afirmarse que la película simplifica un poco ciertos aspectos relevantes de la historia.
El principal personaje femenino es la joven médica Sienna Brooks, interpretada por Felicity Jones (“La teoría del todo”), que como aclara en algún momento el libro “de niña había dejado incluso de utilizar su primer nombre, Felicity, a favor del segundo Sienna” (Oh, esas casualidades!)
El grueso de la historia transcurre en Florencia, ciudad natal del Dante quien fue condenado al exilio a inicios del siglo XIV. Tanto el libro como la película se pasean por los principales atractivos arquitectónicos de la ciudad (Duomo de Santa María del Fiore, Palazzo Vecchio, Baptisterio, Ponte Vecchio, Palazzo Pitti) donde el 8 de octubre pasado tuvo lugar la primera presentación pública de “Inferno”.
Hacia el final la historia se traslada sucesivamente a Venecia y Estambul y es sobre todo en esta última ciudad donde la trama literaria se aparta más de la cinematográfica.
«El código Da Vinci» fue la más exitosa de la saga basada en los libros de Dan Brown.
También hay algunas marcadas diferencias en algunos personajes secundarios y su relación con Langdon, como es el caso de la Dra. Elizabeth Sinskey (la actriz danesa Sidse Babett Knudsen), el agente Christoph Bruder en interpretación de Omar Sy (“Amigos intocables”) e incluso el personaje que interpreta Infan Khan (“Una aventura extraordinaria”).
“Inferno” es una película entretenida pero ciertas cuestiones de fondo, como el plan del personaje de Bertrand Zobrist (Ben Foster) sólo se aprecian parcialmente y hacen recomendable la lectura del libro (“Peste Negra”, “contaminación viral”, etc.).
Finalmente conviene destacar la sólida interpretación de Tom Hanks, que corre con la ventaja de conocer muy bien a su personaje. El actor ha estado muy activo últimamente ya que pronto se lo verá en “Sully” dirigida por Clint Eastwood y es dudoso el estreno de “A Hologram for the King” también del 2016, dirigida por Tom Tywker (“Corre, Lola, Corre”).
“Inferno” quizás sea la primera de sus películas de la actual década que supere holgadamente en la taquilla a “El puente de los espías”, su cuarta colaboración con Steven Spielberg y donde el Oscar (de reparto) fue a Mark Rylance. No le fue mucho mejor a “Capitán Phillips” mientras que “Tan fuerte y tan cerca”, “Cloud Atlas” y “El sueño de Walt” fueron todos grandes fracasos recientes de boletería.
Hanks fue nominado al Oscar por «Rescatando al soldado Ryan».
De los directores que han dirigido en varias oportunidades a Hanks conviene rescatar a otros dos además del ya mencionado director de las tres películas basadas en la obra de Dan Brown.
Steven Spielberg, además de los dos títulos ya mencionados lo tuvo en otras dos exitosas oportunidades. En “Atrápame si puedes” (“Catch Me If You can”) hacía de agente del FBI intentando atrapar a Frank Abagnale Jr., una gran actuación de Leonardo Di Caprio quien adoptaba diversos personalidades como piloto de Pan Am, médico y abogado para escapar de su perseguidor. La película se beneficiaba con grandes secundarios como el de Christopher Walken, haciendo de padre del impostor y Nathalie Baye como la sufrida madre.
En “La Terminal”, la restante de Spielberg, Hanks llegaba de una supuesta (e inexistente) república de Europa Oriental (Krakhozia), donde estallaba una guerra lo que le impedía ingresar a los Estados Unidos hasta que fuera reconocido el nuevo gobierno. La situación de tener que permanecer en el aeropuerto era por un lado risueña, sobre todo durante la primera hora del film y por la otra dramática en especial con el personaje del rudo Oficial de Seguridad interpretado por Stanley Tucci. Catherine Zeta-Jones aportaba calidez como una amable azafata de United (una de las tantas marcas burdamente publicitadas, además de Burger King, Sbarro y otras).
El otro realizador reincidente es Robert Zemeckis, ya mencionado, cuyo “Náufrago” (“Cast Away”) fue otro suceso de público. Lo increíble es que en casi todo el film el único actor en la pantalla es Hanks, sobreviviente de un accidente aéreo y que termina solo en una isla del Pacífico. Inolvidable su “amistad” con Mr. Wilson (una pelota de vóley!) y algo forzado el final en el reencuentro con su esposa (Helen Hunt).
«Náufrago» fue casi un unipersonal de Hanks.
La tercera con el director de “Regreso al futuro” fue “El Expreso Polar” donde el actor “interpreta” a cinco personajes. Se trata de un muy flojo cuento de Navidad en que un chico acepta subir al Expreso Polar para ir a ver a Papá Noel (Santa Claus). Está totalmente rodada con la técnica de animación digital de “captura de movimiento”. A la película le falta emoción y ni siquiera está bien desde el punto de vista técnico.
Corresponde rescatar a Tom Hanks dirigiéndose a sí mismo en dos oportunidades. La más lograda fue la primera en 1996 con “¡Eso que tú haces!” (“That Thing You Do”), título además de una pegadiza canción que el actor mismo compuso. La restante “Larry Crowne”, pese a contar con Julia Roberts en el reparto central era una historia bastante tonta en que hacía de un gerente que por no tener estudios terciarios era expulsado de un supermercado. Se anota en una universidad y traba relación con una profesora de Oratoria (Roberts).
De su larga carrera cinematográfica rescatamos aún dos títulos más. “Tienes un e-mail”, de la fallecida Nora Ephron, es una simpática comedia coprotagonizada por Meg Ryan y remake de un clásico de Hollywood. Por último “Camino a la perdición” de Sam Mendes es un film “negro” con sólidas interpretaciones de Paul Newman, Daniel Craig, Jude Law, Jennifer Jason Leigh y el propio Tom Hanks.
Con el estreno de “Inferno”, Tom Hanks debería retornar a una posición de liderazgo dentro de la taquilla, junto al realizador que más veces lo ha dirigido hasta ahora.
