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“Florence: La mejor, peor de todas”: filmotaquilla de Stephen Frears

El director inglés estrena el 7 de julio su última película, protagonizada por Meryl Streep, y repasamos toda su carrera.

Meryl Streep y Hugh Grant en “Florence: La mejor, peor de todas”.

Meryl Streep y Hugh Grant en “Florence: La mejor, peor de todas”.

Detrás de una gran mujer hay una gran mujer, sería el refrán para referirse a la reciente producción del inglés Stephen Frears. Recorremos aquí distintas películas del cineasta, basadas en historias reales, donde las mujeres y sus historias son las protagonistas.

Stephen Arthur Frears, más conocido como Stephen Frears, vuelve a la cartelera argentina con “Florence”, una película entrañable protagonizada por Meryl Streep. En este caso, la oscarizada actriz compone a Florence Foster Jenkins, una cantante lírica particular, amante de la música y mecenas de sí misma, quien por más de 20 años alegró la vida de sus admiradores de El Verdi Club – tal cual ella lo fundó- en Nueva York. Meryl deslumbra en cada gesto y cada mirada y su personaje recuerda por momentos a otras estrellas con un aura especial, a veces cuestionada, como Norma Desmond de “Sunset Boulevard”; o Susan Alexander, la segunda esposa de Charles Foster Kane, en la película homónima.

Pero mientras Welles enfatiza el lado caricaturesco de Susan al remarcar que no tenía ningún talento para la lírica, Frears propone una mirada más amplia y enfatiza sobre todo el espíritu inquebrantable de Florence para luchar por sus sueños y no rendirse frente a la adversidad, ni las vicisitudes, actitud que la llevó a cantar, por ejemplo, en Carnagie Hall. Basada en la vida real de la Sra. Jenkins, la película de Frears se centra en los momentos previos a la famosa presentación de la cantante en la mítica sala de conciertos y su desencadenante posterior.

Hija de unos padres que amenazaban con dejarla sin herencia si no abandonaba su vocación musical pero que con el tiempo desistieron de sus dichos, lo que le permitió a la cantante vivir holgadamente, Florence fue, diríamos hoy, una auténtica It Woman de la sociedad neoyorquina de entre los años ’30 y ’40 con una vida social rica y un carisma suficiente como para convencer a todos de que tenía una voz espectacular. Sin embargo, tuvo que esperar a casarse por segunda vez con St. Clair Bayfield (un inglés con títulos de nobleza pero sin ningún dinero en el bolsillo interpretado en el film por el siempre buen mozo y a tono HughGrant) para terminar de cumplir el sueño de ser una representante de la lírica.

 

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No resulta extraño que Frears se haya sentido atraído por una historia como esta. Tiene muchos de los tópicos que ha trabajado a lo largo de su filmografía: la música como protagonista (“Alta Fidelidad”) los vínculos al límite de lo “socialmente correcto” (“Relaciones Peligrosas” “Cheri”) un entorno teatral (“Mrs. Henderson Presenta”). Tampoco resulta extraño que el cineasta elija trabajar con un personaje femenino fuerte y una actriz de la talla de Meryl Streep. De hecho, dos de las tres películas más vistas en la Argentina del inglés, nacido en Leicester (un condado del centro de Inglaterra que ofrece representaciones de Shakespeare al aire libre en los meses de verano) son sobre historias de mujeres de la vida real y están interpretadas por actrices indiscutibles: Judi Dench como Philomena en la película homónima y Helen Mirren como Isabel II, en “La Reina”.

St. Clair y Florence eran una sociedad con sus acuerdos implícitos y sus propias reglas. Compartían un amor más idílico que terrenal sustentado en el gusto de los dos por la el arte y la música. Su vínculo fue, salvando las distancias, similar al que tuvieron los pintores Wegener: con mucho entendimiento artístico y poco contacto carnal. Los mal pensados podrán decir que en realidad St. Clair seguía las aspiraciones de Florence por conveniencia. La película, sin embargo, remarca la devoción que el Duque inglés tenía por su esposa, de la que era su manager, aún cuando todas las noches tuviera sus hoy llamados permitidos.

Un vínculo así no es ajeno a Frears. De hecho, en la década del ’80 el cineasta subyugó a los espectadores del mundo entero con “Relaciones Peligrosas” (con Glenn Close, John Malkovich y Michelle Pfeiffer) y más acá en el tiempo hizo otro tanto con “Cheri” (nuevamente con Pfeiffer) con la que “Florence” comparte además el gusto por la recreación de un entorno específico con sus vestuarios y objetos típicos. Porque “Florence” es además una investigación sobre los usos y costumbres de una época tal como lo es “Relaciones Peligrosas” (por el uso del intercambio epistolar) y “Alta Fidelidad” (con los discos de vinilo).

"Alta fidelidad".

«Alta fidelidad».

Alta Fidelidad” comparte con la película recién estrenada el gusto de Frears por la música. Recordemos que en la primera -una comedia de enredos sentimental- Rob Gordon (John Cusack) es dueño de un disquería de vinilos y tiene algunos hábitos con sus compañeros, rituales podríamos decir, como la confección de listas. Inclusive listas de las rupturas amorosas más recordadas. La historia está basada en la novela de Nick Hornbyy y para la trasposición cinematográfica la acción se trasladó de Londres a Chicago. En el reparto aparecen Jack Black y Catherine Zeta Jones y su fecha de realización, el año 2000, es de alguna manera bisagra pues fue en el siglo XXI donde lo digital comenzó a cobrar fuerte protagonismo a veces a costa de la extinción de ciertos objetos como los discos de vinilo que Rob colecciona con tanto recelo.

La banda de sonido de la película es también una especie de puente entre los compositores del siglo XX y el XXI con canciones de Bruce Springsteen, The Chemical Brothers, The Kinks y Stereolab, entre otros.

En “Mr. Henderson Presenta” Frears narra la vida de Laura Henderson que luego de enviudar se dedicó a regentear un teatro con representaciones nudistas. Aquí Dench demuestra sus dotes histriónicas y cómicas mucho más que en “Philomena” donde interpreta a un ama de casa inglesa, con un pasado ominoso, que gracias al empujón del periodista Martin Sixsmith (interpretado por Steve Coogan) decide quebrar ese legado censurado para ir en búsqueda de su verdad. Dench, en este caso de gestos mínimos y actitud contenida, logra momentos de fuerte emoción y se pasea con naturalidad por los géneros por los que atraviesa la película sin apoyarse exclusivamente en ninguno: drama costumbrista, película de investigación periodística. De alguna manera, Frears toma de cada uno lo que le sirve para contar que a Philomena le quitaron su hijo para llevárselo a Estados Unidos con total impunidad. Podríamos decir que el film forma también parte de esa suerte de subgénero de películas de periodismo de investigación sobre abuso clerical tal como lo hace la ganadora al Oscar este año, En “Primera Plana” (“Spotlight”).

Judi Dench y Steve Coogan en "Philomena".

Judi Dench y Steve Coogan en «Philomena».

Y si del Oscar hablamos, cabe señalar que en los últimos años Frears tuvo dos nominaciones como Mejor Director por la película “Philomena” y “La Reina”. No se llevó el Premio por estas obras pero por su nivel de productividad (viene filmando desde el 2000 un promedio de una película al año) y los equipos que forma, existen chances de que lo conquiste en los años venideros. De hecho, ya ha sido anunciado para el 2017 el estreno de “Victoria y Abdul”, una película que indagará en los entretelones de la relación entre la Reina Victoria de Inglaterra y Basu, un muchacho que llega de la India y de casualidad se cruza con Victoria lo que cambia la vida de los dos para siempre. Judi Dench será la mismísima reina.

“La Reina”, la película más vista hasta ahora del director inglés en la Argentina, permaneció en cartel por 16 semanas. Es una obra que algunos señalaron como de catálogo de revista en el sentido que reproduce con fidelidad los entornos de la monarquía inglesa. Sin embargo, los mismos no son del todo originales y la producción tuvo que buscar en otros lugares de Europa para encontrar decorados afines. A pesar del brillo, la película deja traslucir algo del sin sentido de los rituales monárquicos que la Reina debe cumplir en cada caso. Al mismo tiempo, la encuentra en un momento clave: luego del funeral de Lady Di. Esta situación hace que la Reina Isabel II, interpretada por Hellen Mirren, se muestre en algunos pasajes como un ser humano común y corriente. Eso, claro, generó mucha empatía con el espectador. Desde ya, nadie mejor que un inglés para proclamar: “¡God Save the Queen!”.

Helen Mirren en "La reina".

Helen Mirren en «La reina».

Negocios entrañables” es dentro de este corpus una de sus películas más extrañas. Filmada en Londres, aunque la ciudad casi ni se ve, e indagando en un drama social doloroso Frears demuestra que como su compatriota Loach también tiene talento para los dramas de denuncia social. En “El Secreto de Mary Reilly”, protagonizada por Julia Roberts y John Malkovich, Frears indagó en el género de suspenso y dio su versión de una historia distintas veces contadas como la de Jekyll y Hide. Para algunos críticos es su trabajo menos logrado.

Su última producción, “Florence” se estrena en nuestros cines el 7 de julio. Seguramente, será convocante y discutida como “La Reina” porque aquí también el director muestra los matices de una personalidad como la de la Sra. Jenkins que era productora, vestuarista y jefa de prensa de sí misma y por esto algunos la tildaron de egocéntrica y otros de carismática. Así son valoradas las personalidades que salen de la norma con las que Frears se lleva muy bien.

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Por Lorena Cancela para Ultracine.