En «La cumbre escarlata» el director azteca vuelve al cine de terror.

Niño mimado de la cinematografía mexicana y realizador ratificado por la industria de Hollywood, su gusto por las historias de miedo, los ambientes opresivos y la creación de monstruos y criaturas imaginarias se han convertido en su marca registrada. Alguna vez ha declarado: «tengo una especie de fetichismo por los insectos, la relojería, la maquinaria y los engranajes, monstruos, lugares oscuros, cosas sin nacer…», resumiendo en pocas palabras sus obsesiones audiovisuales.

Con 8 largometrajes filmados desde 1993 y más de 20 como productor que navegan por apuestas artísticas a tanques cinematográficos, su ascenso en los mercados mundiales fue una plataforma de lanzamiento no sólo para su carrera sino también para todo el género de horror y fantasía en habla hispana.

Su última producción, «La cumbre escarlata», es una historia de fantasmas situada en el siglo XIX ambientada con elementos clásicos del terror gótico. Penumbras y sombras espectrales acechan a una mujer recién casada (Mia Wasikowska) que debe convivir con su marido (Tom Hiddleston) y su hermana (Jessica Chastain) –quienes tienen una relación enfermiza y dependiente- en una mansión victoriana que oculta un misterioso pasado y respira y sangra a través de sus paredes.

La dirección de fotografía y los efectos especiales crean un soberbio ambiente gótico en «La cumbre escarlata».

El proyecto se había iniciado con un guión del director mexicano posterior al lanzamiento de «El laberinto del fauno». Legendary Pictures, quien trabaja en coproducción con Universal Studios, fue la responsable de reflotarlo después del éxito de «Titanes del Pacífico», también dirigida por Del Toro.

Justamente «Titanes del Pacífico», colaboración entre Del Toro y Legendary Pictures, es el hito más taquillero en la carrera del mexicano. Aunque al momento de la producción Legendary tenía un acuerdo similar al de Universal pero con Warner, la responsable de la distribución mundial y nacional del film.

«Titanes del Pacífico» es una historia de ciencia ficción con un presupuesto de U$S 190.000.000. Se trata un homenaje a los géneros de manga japonés  kaiju y mecha, con monstruos colosales que surgen de un portal interdimensional del Océano Pacifico y amenazan la humanidad. En Argentina vendió casi 550.000 entradas en sus 10 semanas en cartel.

Las 7 películas estrenadas en Argentina del director mexicano vendieron 1.006.858 de entradas.

Nacido en Guadalajara, México, e iniciado como diseñador de maquillaje, su ópera prima en 1993 fue un éxito que lo instaló como un director a tener en cuenta. Contaba la historia de un artefacto que brinda la vida eterna y es descubierto por un anticuario, interpretado por Federico Luppi, que deberá luchar por su dependencia al aparato y la ambición de un empresario por poseerlo. La película desplegaba la historia magistralmente y veinte años después sigue mostrándose vigente, con excepción del maquillaje de efectos especiales que no envejeció con gracia.

«Cronos» puso al cine mexicano de vuelta en el firmamento del terror mundial y reflotó al género en su mercado interno. Con un presupuesto de U$S 2.000.000 se convirtió en uno de los filmes más caros hecho en el país azteca desde hacía muchos años. Además arrasó ese año con los Premios Ariel, otorgado por la Academia Mexicana de Artes y Ciencias Cinematográficas, llevándose los galardones a mejor película, mejor director, mejor actor de cuadro, mejor guión, mejor escenografía, mejor ambientación, mejores efectos especiales y mejor ópera prima.

La próxima cinta que filmó Del Toro ocupa el séptimo puesto en su ranking y fue la primera con estreno en Argentina. Su primer filme había generado tal atención que saltó a los sets hollywoodenses con una producción de Miramax International de U$S 30.000.000.

La película involucra una epidemia de cucarachas en Nueva York y la producción de unos insectos modificados genéticamente que amenazarán a la raza humana. El ambiente agobiante de las alcantarillas subterráneas y el sonido aterrador de las criaturas acechando en las profundidades de la ciudad crearon un ambiente terrorífico que no cumplió sus expectativas en la taquilla. El mismo realizador se mostró descontento con la versión estrenada y lanzó en 2011 un corte del director. Tuvo dos secuelas que fueron directo al mercado de DVD.

«Titanes del Pacífico» es la película del director tapatío más taquillera en Argentina.

En 2001, Guillermo del Toro realizará un drama de terror gótico producido por El deseo, de los hermanos Almodóvar, con capitales ibéricos y mexicanos. Emplazada en un orfanato durante la guerra civil española vendió 47.430 entradas en Argentina. Con un elenco multiestelar integrado por Eduardo Noriega, Marisa Paredes y Federico Luppi fue una película que afianzó una tendencia general en el cine de horror español, renaciente desde finales de los ´90, el mismo año que se estrenaba otra coproducción con director español  y fantasmas, capitales y actores transnacionales: «Los otros» de Alejandro Amenábar.

En 2002 se estrena la película posicionada en el puesto número 2 del ranking: «Blade 2». Dicen que las segundas partes no son buenas, pero Del Toro redobla la apuesta convirtiendo a esta adaptación del personaje de Marvel en la mejor reseñada y la más taquillera de la trilogía protagonizada por Wesley Snipes. En esta nueva entrega la narrativa cinematográfica del azteca se pone en escena con secuencias de acción efectivas y un diseño de producción detallado. Como anécdota, aparece Santiago Segura como un típico comic relief en la piel de un vampiro lo cual se repetirá en varias producciones posteriores.

La saga «Hellboy», otra producción estadounidense, ocupa el tercer y sexto lugar del ranking. La fascinación de Del Toro por los monstruos aquí se cristaliza en un demonio criado como un ser humano que no es aceptado por ninguno de los dos mundos. La interpretación de Ron Pearlman, actor fetiche de Del Toro desde «Cronos», de una criatura socarrona, mal hablada y con un fino sentido del humor es uno de los destacados de esta adaptación de un cómic. La segunda entrega, de mejor calidad cinematográfica que la primera, fue la más taquillera con 82.496 espectadores.

En el cuarto puesto del ranking se encuentra la obra más acabada y perfecta de su filmografía. «El laberinto del fauno» fue lanzada entre las dos entregas  de «Hellboy» lo cual muestra de alguna manera un comportamiento repetitivo en su producción: películas mainstream con presupuestos millonarios alternadas con cintas más personales y riesgosas. En este caso, el desafío tuvo sus frutos.

«El laberinto del fauno» es la obra maestra de la filmografía de Guillermo del Toro.

«El laberinto del fauno» fue otra coproducción mexicana española situada en ese último país durante el franquismo. A través de los ojos inocentes de una niña (Ivana Baquero) vemos como el mundo mitológico y el terror histórico se entrelazan en un laberinto y una criatura mítica. La belleza épica de las tomas más aberrantes -como el fusilamiento a los campesinos-, la interpretación magistral del villano fascista (Sergi López), un diseño, música y maquillaje soberbios,  lograron crear un universo cinematográfico único. Con una prèmiere en el Festival de Cannes, logró 3 Premios Oscar (hecho inédito para una producción hablada en español), 9 Premios Ariel, 7 Premios Goya y 3 BAFTA. Y fue la película hispana más taquillera en el mercado estadounidense. Sin embargo, fue más un éxito más artístico que económico. En Argentina tuvo casi 60.000 espectadores. Una excelente performance considerando que se estrenó en sólo 10 pantallas siendo la que mejor promedio de tickets tiene por copia.

El tapatío no sólo se ha destacado como director sino también como productor, guionista y novelista. Mientras en el primer rol ha vendido un poco más de 1.000.000 de entradas, en el segundo supera los 5.000.000 de tickets y puede verse su toque personal en la selección y supervisión de casi todas. Intervino en películas de habla hispana como «Un embrujo», «Calle 54», «Asesino en serio», «Crónicas», «Rabia», «La delgada línea amarilla», «Cosas insignificantes » y «Rudo y cursi», todas sin estreno en Argentina a excepción de la última. Pero las que sí se estrenaron aquí crearon una tendencia de horror mundial en español: «El orfanato» y «Los ojos de Julia».

Aún en proyectos anglosajones, Del Toro como productor lanzó la carrera de directores iberoamericanos. Es el caso del mexicano Jorge Gutiérrez con la cinta de animación «El libro de la vida» sobre la celebración azteca del Día de los muertos. También se destaca el argentino Andy Muschietti con la cinta de horror «Mamá», la cual Guillermo supervisó completamente mientras filmaba «Titanes del Pacífico» y que vendió en Argentina casi medio millón de entradas. Las películas restantes en orden de venta nacional: las de animación «El gato con botas», «Kung Fu Panda 2» (ambas superaron el millón y medio de tickets), «El origen de los guardianes»,  y «Biutiful».

La concreción de la saga «Hellboy» fue un proyecto largamente añorado por Del Toro.

Dueño de una imaginación sin límites, sus obsesiones nos han regalado imágenes indelebles tanto en inglés como en español, desde producciones súper millonarias a apuestas más artísticas y personales. Sin olvidar sus raíces, el Rey Midas del terror mexicano ha creado tendencias mundiales que han puesto a la producción de horror iberoamericana en el mapa internacional. Ahora vuelve con «La cumbre escarlata» para intentar demostrar nuevamente que su toque sigue intacto.