Argentina

El clan y el cine de Pablo Trapero

La octava película del director aborda la oscura historia de los Puccio.

El renombrado Pablo Trapero vuelve con la película argentina más esperada del año. «El Clan» cuenta la historia de una de las familias más perversas de la historia moderna de la Argentina: los Puccio. Un grupo que, a las órdenes del patriarca Arquímides Puccio, secuestraba y asesinaba con impunidad entre la etapa final de los años de plomo y la primavera de la democracia.

El film está protagonizado por una de las figuras más populares del cine nacional. Guillermo Francella es aquí Arquímides, una de las personalidades más oscuras que hayan poblado las páginas de policiales en las últimas décadas. Estrenada en 267 pantallas se constituye como uno de los mejores lanzamientos del cine nacional junto a «Relatos salvajes».

Con 8 largometrajes en su haber (incluyendo «El clan»), Trapero fue uno de los responsables de la renovación de las formas estéticas y de producción locales a finales de los ´90. Gracias a «Mundo Grúa», su ópera prima (y a «Pizza, birra, faso» de Bruno Stagnaro y Adrián Caetano, estrenada un año antes) se empezó a hablar de un «Nuevo cine argentino».

Ranking de películas de Pablo Trapero

Resultados por película (01/01/1997 al 09/03/2015)

# Película Estreno Distribuidora Espectadores Pantallas Semanas Ticket promedio
1 Elefante blanco 17/05/2012 DISNEY 756.774 82 21 $ 24,61
2 Carancho 06/05/2010 DISNEY 614.501 65 18 $ 16,21
3 El bonaerense 19/09/2002 DCA 215.784 26 15 $ 5,22
4 Leonera 29/05/2008 DISNEY 129.909 24 23 $ 11,67
5 Mundo grúa 16/06/1999 DCA 64.664 9 17 $ 5,40
6 Familia rodante 30/09/2004 DCA 52.755 20 14 $ 6,65
7 Nacido y criado 25/10/2006 DCA 24.408 13 9 $ 7,45

Los estrenos de Trapero sumaron 1.858.795 de tickets en Argentina.

«Mundo grúa» fue filmada en 16 mm con latas que iba comprando a medida que juntaba dinero, con un amigo de su padre (Luis Margani) como protagonista y en blanco y negro. Fue una de las más reconocidas expresiones de la precarización laboral de fines del menemismo, pero contada con una enorme sensibilidad y sentido cinematográfico. Tras triunfar en el Festival Bafici de ese año, la película se estrena el 17 de junio de 1999 en menos de diez salas y termina su primera semana con 19.575 espectadores, una cifra que hoy es imposible de conseguir para un filme en blanco y negro de un director argentino debutante.

Tras concluir su carrera comercial con 64.752 tickets cortados, Trapero se toma un tiempo antes de retomar un proyecto que era anterior al de «Mundo Grúa». Su nueva película, «El Bonaerense», se filma a fines del 2001 y principios del 2002, con buena parte del dinero de la producción dentro del «corralito» y con el calor del verano que se sumaba al infierno que se vivía en las calles en esos meses de una crisis económica que se sentía como terminal.

En «El Bonaerense» Trapero vuelve a usar a un actor sin preparación profesional para el protagónico del «Zapa», un cerrajero que para evadir un cargo delictivo, ingresa a la fuerza policial de la provincia de Buenos Aires. La película, lanzada en septiembre del 2002 con promoción del grupo Clarín y Canal 13, se convierte en una de las más vistas del año, con 220.655 espectadores.

Pese a contar con más presupuesto, el cine de Trapero sigue fuertemente atado a temas y problemáticas sociales.

A partir de entonces, Trapero se convierte en uno de los pocos directores argentinos que logra estrenar un nuevo filme cada dos años. Sus dos filmes siguientes, sin embargo, son los más flojos (a nivel artístico y en la taquilla) de su carrera.

«Familia rodante», otro proyecto que Trapero tenía en carpeta desde sus años de estudiante, lo lleva a una herzogiana producción al contar la historia de una familia que se traslada del conurbano bonaerense hasta la provincia de Misiones en una casa rodante para asistir al casamiento de unos parientes. Estrenada el 30 de septiembre de 2004, la taquilla de este filme asciende a 55.054 entradas vendidas. Gracias a los múltiples países involucrados en la producción (Argentina, Francia, España, Brasil, Italia e Inglaterra), «Familia rodante» logra un destacado recorrido internacional.

Peor funciona su próximo proyecto, «Nacido y criado», estrenado en el 2006. Pasando de los calores y la humedad mesopotámica al frío crudo y al blanco de la nieve del sur, cuenta con el protagónico de Guillermo Pfening y de la esposa de Trapero, Martina Gusmán, quien se convierte en su actriz fetiche al coprotagonizar las tres películas siguientes de su marido. La película no entusiasma al público y termina su carrera comercial con apenas 25.000 personas.

«Leonera» se estrena en la competencia Oficial en Cannes 2008 y devuelve a Trapero al lugar de autor destacado del cine argentino.

Las cosas empiezan a mejorar con su siguiente proyecto. «Leonera» parte de dos proyectos independientes que tenían Trapero (sobre el presente de un niño cuando los padres llevan su divorcio a la guerra en Tribunales) y Gusmán (un encuentro entre una pareja y un amigo de ambos que termina en homicidio). Mezclando y remixando ambas ideas sale «Leonera». La película retrata la vida de una mujer embarazada acusada de asesinato en el penal femenino y la posterior crianza de su bebé tras las rejas.

«Leonera», una co-producción entre Argentina, Brasil y Corea del Sur, es seleccionada para la Competencia Oficial del festival de Cannes en 2008. Se estrena en cines argentinos el 29 de mayo de ese año y termina su carrera comercial con 129.941 espectadores.

Para su siguiente proyecto, Trapero suma a la figura que lo empuja finalmente a la masividad sin por eso sacrificar su personalísimo cine: duro, casi hard-boiled, violento sin concesiones pero profundamente humano. En «Carancho», Ricardo Darín interpretaa uno de esos abogados que buscan a sus clientes en las guardias de los hospitales y que se enamora de la paramédica que compone Marina Gusmán, la única luz de inocencia en un mundo corrupto y gris.

En «Carancho» Trapero sigue moviéndose en los ambientes duros y marginales.

Con Darín a la cabeza, «Carancho» se estrena el 6 de mayo del 2010 y es vista por 133.894 personas en su primera semana en cartel. Termina su paso por los cines con 614.501 localidades vendidas.

Dos años después, Darín y Gusmán repiten los protagónicos de «Elefante Blanco», como un cura y una asistente social, respectivamente, que tratan de llevar a cabo sus misiones en un ambiente tan marginal como la villa 31 con el flagelo de la droga contaminándolo todo.

Esta coproducción entre Argentina, España y Francia (en la que también actúa el actor belga Jérémie Renier) es, hasta el momento, el mayor éxito comercial en la carrera de su director con 756.774 espectadores.

«El clan» aspira a convertirse en la película nacional más taquillera del año.

Con «El Clan», Trapero podría superar la marca de «Elefante…». Pero aunque la iguale, es admirable que un realizador pueda mantenerse fiel a su estilo duro y oscuro y aun así lograr el beneplácito de la audiencia. Porque sacando a Darín y a Francella del medio, esa pátina de desesperanza y degradación (personal, del entorno, de la familia o la sociedad) en su cine se mantiene intacta desde que mostró el derrotero del «Rulo» para conseguir trabajo fijo al final de la fiesta menemista.

Mariano Oliveros