José Campusano es uno de los realizadores argentinos más prolíficos de la década. Ahora trae su nuevo filme de denuncia, que muestra el costado oculto de la paradisíaca ciudad del sur.
José Campusano inició su carrera en el cine independiente argentino retratando un grupo de tribus urbanas muy particular. Sus primeras películas se centraron en las tribus urbanas motorizadas. Aquellas que se manejaban a lo largo del conurbano y la provincia sobre motos de alta cilindrada. Ellos iban vestidos de cuero heavy metal y viviendo según sus propias reglas.
Con el correr de los años fue ampliando su búsqueda, retratando grupos y sectores relegados socialmente que empiezan a crear sus propios códigos de supervivencia.
Campusano se convirtió en uno de los realizadores más prolíficos de la década. Hoy llega su décimo largometraje en diez años de carrera. No sólo eso sino que ya tiene tres proyectos terminados, uno de los cuales fue realizado con tecnología y cámaras 360º.
Pero esta semana estrena «El azote», en el que sale de los márgenes bonaerenses para meterse de lleno en las zonas ocultas de Bariloche, esa ciudad que uno suele asociar con el placer y el turismo. Pero como toda ciudad, hay mucha oscuridad detrás de esa imagen límpida.
La historia
Carlos es un asistente social que trabaja con menores judicializados. Todo transcurre en una aparente rutina. Pero en poco tiempo, su vida cambia por completo.
Ahora debe enfrentarse a la ruptura de su pareja y al cuidado en solitario de su madre inválida. A eso se suma la llegada de dos nuevos menores al centro de detención, hecho que pone en evidencia los vacíos administrativos de su ciudad.
Este es el trailer de «El azote»:
