Una nueva propuesta de cine de terror argentino indaga la preocupación humana más antigua: la mortalidad.
“El universo está escrito en el lenguaje de las matemáticas”, dijo Galileo Galilei. “Ecuación. Los malditos de Dios” se apoya en esta premisa para intentar develar la fórmula detrás de la muerte.
El encargado de hacer esta búsqueda será el doctor Hermes Vanth (Carlos Echeverría), un médico que debe enfrentar día a día a pacientes que pierden su vida. Sin embargo, un número inusual de fallecimientos comienza a rodearlo fuera y dentro de su trabajo. Atormentado por las pesadillas y la pérdida de su pareja, nota la presencia de un anciano alrededor de estos sucesos. Intentando descifrar la naturaleza de este inquietante personaje, Hermes iniciará una búsqueda que lo llevará a develar la existencia de los heraldos, embajadores de la muerte y los malditos de Dios. Las ecuaciones matemáticas tendrán un papel trascendental para determinar sus acciones.
“Ecuación” es una película metafísica que retoma una de las dudas existenciales más antiguas: el miedo a la muerte y la posibilidad de codificar –o no- sus designios. A través de una estética glacial (digna de una morgue), se difuminan los límites entre lo real y lo soñado.
No es la primera incursión de Sergio Mazurek en el terror. En 2011 había estrenado “Lo siniestro”, una película de horror psicológico. En ambas hay una base fuerte sobre disciplinas académicas: el psicoanálisis en su primer film, las matemáticas en el segundo. Su estilo muestra un gran conocimiento del género y una gran necesidad de homenajearlo.
En el caso de “Ecuación”, el inicio es endeble y redundante (de imágenes de cadáveres, escenas de tumbas, niebla y todo aquello que representa la muerte) y recién cuando se empiece a desentrañar la trama principal que da nombre al film generará un atractivo mayor para el espectador. En ese sentido, se destaca la actuación y las escenas de Roberto Carnaghi como el Padre Alfredo, quien será el encargado de comenzar a desenrollar el ovillo que toda buena historia de terror debe tener.
Entrevista a Sergio Mazurek:
