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«Detroit», en llamas

Por Jorge Luis Scherer

“De los árboles del sur cuelga una fruta extraña.

Sangre en las hojas, sangre en la raíz,

Cuerpos negros balanceándose en la brisa del sur,

Extraña fruta que cuelga de los álamos”.

Nadie pudo cantar “Strange Fruit” como la gran Billie Holiday, la garganta era sólo un medio, su voz salía de su alma fuerte, pero  muy herida por gentes de otro color en la piel. Ella había visto a su padre morir en las puertas de un hospital, al no ser atendido porque era negro.

Detroit

“Detroit” (2017) de la directora Kathryn Bigelow (La noche más oscura), es un drama de la vida real, y por eso es mucho más espeluznante y doloroso para la humanidad toda, narra la historia   del  criminal abuso a los derechos civiles cometidos en la ciudad de Detroit, estado de Michigan, por la policía y  la Guardia Nacional. Esto sucedió en julio de 1967, a 102 años de la introducción de la Decimotercera Enmienda de 1865, la que decía que la esclavitud había llegado a su fin en los Estados Unidos de Norteamérica, y que todos eran iguales ante la ley.

La realización de Bigelow, durante la primera mitad de este  filme, de próximo estreno,  tiene las características de aquellos documentales donde la  represión policíaca despliega un accionar desmedido en fuerzas, con  persecuciones y luchas callejeras: seguimientos con cámara en mano, saltos de primeros planos a generales, el sonido de sirenas mezclados con gritos de dolor. Recorrer imágenes documentales sobre las golpizas a los seguidores de Martin Luther King o Malcolm X , dan prueba de  este verismo. La película  comienza narrando la iniciación de los hechos, a partir de una redada policial en un club de negros que festejaban el regreso de Vietnam, una guerra que también se llevó la vida de miles de afroamericanos. El maltrato de los agentes en el club, que luego prosiguió en la calle a la vista de todo un barrio de afroamericanos, provocó la reacción de los habitantes y en pocas horas muchos suburbios de Detroit fueron saqueados e incendiados. En la segunda parte del filme, la historia se traslada a los incidentes en el Algiers Motel, donde serían torturados y asesinados tres civiles negros por las fuerzas policiales. Bigelow completa está triste historia, con el nefasto rol de la justicia, cuando los sádicos agentes fueron llevados al banco de los acusados, el jurado de blancos y el juez los  declara ”no culpables”, tan solo porque los crímenes policiales no eran juzgados como cualquier otro crimen. Algo así como que los excesos son permitidos cuando son cometidos por agentes del Estado.

Detroit

LA DÉCADA INFAME.

Los años 60 fueron los de mayores reclamos por los derechos civiles de las comunidades y organizaciones afroamericanas, pero tristemente también se hicieron notar los reaccionarios racistas  y la represión estatal. Ya había pasado al olvido que casi un millón de soldados negros norteamericanos habían peleado codo a codo con los soldados blancos durante la Segunda Guerra Mundial. El cine, en muchas oportunidades, trató esa década de virulencia racista. Sólo algunos títulos se mencionan para dar testimonio.

“Selma” (2014), realizada por Ava DuVernay, relata también con un verismo nada complaciente, los trágicos hechos que sucedieron en 1965 en el estado de Alabama. La primera de las marchas pacíficas  desde Selma a la ciudad de Montgomery, en reclamo del derecho de voto, fue conocida como “domingo sangriento”, por la brutal represión. Las dos últimas marchas fueron  encabezadas por Martin Luther King, en la tercera, más de 25 mil hombres pidiendo por sus derechos cruzaron el Puente Pettusa que los conducía a  Montgomery, y entraron en la ciudad. Vale señalar que en Montgomery, y en ese mismo año, Rosa Parks fue encarcelada por negarse a ceder el asiento a un blanco. La segregación racial en el sistema de transporte público, originó que la comunidad afroamericana realizara un boicot de autobuses por tiempo indeterminado. Pero volviendo a las marchas de Selma a Montgomery, la policía local y  soldados estatales golpearon con saña y odio a los que solo peticionaban por los derechos civiles. La tercera marcha llegó a Montgomery, el poder de un sueño de  Martin Luther King había triunfado. En 1968, el pastor King moría asesinado.

En 1992, Spike Lee, estrenó “Malcolm X”, con un extraordinario trabajo de Denzel Washington, en el papel de este líder por los derechos de los negros, asesinado a los 39 años en 1965.Lee, desarrolla una biografía donde resaltan las transformaciones ideológicas, políticas y religiosas de Malcolm en los últimos años de su vida. Cómo se transformó en uno de los más importantes miembros de la organización Nación del Islam, responsable de la propagación del Islam en la comunidad negra norteamericana. Cassius Clay, fue una de sus seguidores, convertido en Muhammad Ali. Malcolm X confrontó las religiones, diciendo que el cristianismo es la religión del hombre blanco, y los blancos son el diablo.

“Mississippi Burning”(1988), así fue el título de la película de Alan Parker y el nombre de la investigación realizada por el FBI sobre los asesinatos, que tuvieron lugar  en 1964, de tres activistas de derechos humanos por miembros del Ku Klux Klan. En el filme, Gene Hackman y Willem Dafoe, interpretan a los agentes a cargo de la investigación, que en principio pareció exitosa con la detención de los culpables. Claro que la realidad nos dice que ninguno de los condenados estuvo más de seis años en prisión.

 

                                                                                         Artículo de Jorge Luis Scherer-periodista,profesor de literatura y cine- para Ultracine.