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«Corralón»: Un mundo oscuro y violento

Este sórdido drama policial con Luciano Cáceres como protagonista y dirigida por Eduardo Pinto marca el debut como productor del reconocido actor.

Luciano Cáceres es más conocido por el público local por su trabajo como actor en series de televisión y películas. Sin embargo, el protagonista de «Gato negro» entre otras hace muchos años que es productor y director de teatro independiente. En asociación con el director Eduardo Pinto, abrieron la productora «Eusebia en la Higuera».

Para su primer proyecto, los socios querían filmar YA. Sin burocracias, ni créditos. Por eso se pusieron al hombro un filme cuya narrativa e historia es tan urgente en pantalla como lo fue su producción y rodaje: un verdadero filme de guerrilla pero con un muy fuerte estilo visual.

Esa primera película llega esta semana a las salas. Se trata de «Corralón», dirigida por Pinto y protagonizada por Cáceres. Al actor lo acompañan Pablo Pinto, Joaquín Berthold, Nai Awada y Brenda Gandini, con quien Cáceres compartió pantalla en cine el año pasado en «Las Ineses».

Ultracine habló con Cáceres y Pinto sobre el detrás de escena de «Corralón» y cómo realizar y estrenar cine de manera independiente.

La entrevista

Ultracine: La película marca un quiebre con la manera de retratar los ambientes marginales. Bebe del policial, pero con una estética muy cuidada, y un ambiente de ensoñación pesadillesca. Hasta tienen trabajo con drones. 

Eduardo Pinto: Ya en mi película anterior manejaba el concepto de filmar el conurbano pero con otro tratamiento. El conurbano cuando sale en el noticiero lo muestra desprolijo, todo feo. La idea era poder darle un marco estético a esta historia tan densa. Por eso el uso del blanco y negro, que te aleja de lo real, y te afina la imagen; la hace más pictórica.

Ultracine: ¿Cuáles fueron tus referencias para la historia y la estética del filme?

Pinto: Caddie Martin, el productor de la película, me dijo de ver «Chained», de Jennifer Chambers Lynch, la hija de David Lynch. También está Haneke, con esta perversión que tiene «Funny Games». De la literatura hay mucho de Edgar Allan Poe. Cuando empecé a filmar me gustaban mucho las películas de Polansky. Y esto tiene mucho de eso, de esa violencia en el extremo.

Ultracine: Pasó casi una década desde tu último trabajo para cine, «Caño dorado». ¿Cómo te encontrás ahora en el rol de director?

Eduardo Pinto: Con «Corralón» quemé las naves. Con «Caño dorado» llegué a armar un libro con todos los planos dibujados y anotaciones antes de empezar a rodar. Acá trabajé más desde el inconsciente, con la confianza en los actores. Pero eso lo podes lograr cuando sentís confianza plena en los actores y al trabajar sin miedo.

Ultracine: Luciano, hace muchos años que venís produciendo teatro de manera independiente. ¿Cómo viviste pasar al trabajo en cine desde esa misma independencia?

Luciano Cáceres: «Corralón» tiene mucho que ver con cómo hacíamos mis obras independientes. Y también esta cosa de saber que hay cabezas de equipos y que todos somos asistentes de lo que se requiera en el momento. Si tengo que estar en catering estoy en catering; si hay que cargar equipos cargo equipos, si hay que hacer producción hago producción. Todos éramos multi-rubros.

La producción

Ultracine: La realización de la película se hizo independiente, sin subsidio del INCAA…

Luciano Cáceres: Totalmente ad honorem y poniendo tiempo, trabajo y oficio a pulmón de todos los que participamos. Tanto técnicos, como actores. Tuvimos mucho apoyo de la gente de la localidad de Moreno, que nos habilitó sus casas y los lugares que usamos como locaciones. Creo que la película es lo que es también por esa urgencia y espíritu de colaboración. Era una necesidad que teníamos de salir a rodar, de hacer nuestra primer criatura. No podíamos esperar subsidios. En la película volcamos también nuestras tensiones, fue muy catártico hacerla.

 

 

Ultracine: ¿Cómo fue el proceso de producción?

Luciano Cáceres: Desde que decidimos hacerla hasta que terminamos pasaron tres meses. Luego estuvo la edición, la postproducción y el sonido. Al final llevó como un año, lo que llevaría una producción industrial.

Ultracine: ¿Cómo encararon la salida en cines?

Luciano Cáceres: Sabemos que no es una película comercial, aunque obvio aspiramos a que la vea la mayor cantidad de gente posible. Pero intentamos cuidar el recorrido de la película. Por eso orientamos a salir en una sala como el Malba, que puede recibir otro tipo de cine. Además de que puede perdurar más en el tiempo. También estrenamos en un espacio vital para el cine argentino como es el Gaumont. Y después conseguimos  el Hoyts Moreno, que  fue una manera de devolver algo a la gente de Moreno, para que pueda ver la película. La gente de esa localidad nos abrió sus casas, el club, los bares, el mismo corralón. Tres públicos distintos, pero que se potencian.