Actualidad, Argentina

«Atómica»: Acción en un mundo de neón

Charlize Theron se posiciona como la mejor heroína de acción moderna con este thriller ambientado en el fin de la Guerra Fría.

El cine de acción pasó por distintas etapas en las últimas tres décadas. Primero fue la testosterona pura de musculosos como Schwarzenegger, Stallone, Van Damme y similares. Luego, la estética de Hong Kong, en especial los filmes de John Woo, trajeron nuevos aires en los noventas. Ahí estaban los tiroteos en cámara lenta y el héroe y el villano disparando de dos revólveres al mismo tiempo.

A fines de los noventa llega «Matrix» y la estilización y el efecto «bullet time» (la cámara girando alrededor de un personaje estático) se ve hasta en publicidades de pañales.

Y en la última década, lo que ganó terreno es el realismo crudo y duro del combate cuerpo a cuerpo. Las escenas de artes marciales y la cámara en mano son la norma, con la saga de Jason Bourne a la cabeza. James Bond renació con esta estética. Y en los últimos años llegó un nuevo héroe: taciturno, serio, humano, al que lastimaban y destrozaban de todas las maneras posibles. El «John Wick» de Keanu Reeves es uno de ellos.

Y ahora lo es Lorraine Broughton, interpretada por Charlize Theron, en «Atómica».

A diferencia de «John Wick» y de la saga de Bourne, donde la película se toma en serio hasta las decisiones más ridículas, «Atómica» es pura alegría pop. Ambientada a fines de los ochentas, es un filme que se disfruta como un chicle sin ser empalagoso. Todos visten como modelos. La escenografía monocroma de la Berlín comunista está pintada constantemente de neón y brillo.  Aunque es verdad que, de durar veinte minutos menos, el filme sería un juguete casi perfecto.

La historia

Es el año 1989 y el muro de Berlín está a punto de caer. Pero en los últimos días de la Guerra Fría, los espías del Este y el Oeste se juegan sus últimos cartuchos.  Un agente del MI6 encubierto aparece muerto y una lista que poseía ha sido robada. La espía Lorraine Broughton (Charlize Theron) debe encontrar por todos los medios esa lista. En ella figuran los nombres de todos los agentes encubiertos que trabajan en Berlín oriental. Lorraine no se detendrá ante nada para conseguir dar con esa lista, enfrentándose a varios asesinos y sumergiéndose en un mundo en el que nadie parece ser quien dice ser.

El McGuffin -el de la lista de espías- está muy «inspirado» (digámosle así) en la premisa de la primera «Misión imposible» (1996). Y tantos agentes y dobles agentes, traiciones y secretos, muchas veces se acumulan demasiado. Pero la estética es fenomenal, como el mundo de «Drive» o «The neon demon» pasado de anfetaminas. La banda de sonido es de las mejores que se hayan escuchado en una película en el año, junto con la de «Baby driver». Charlize está fabulosa y James McAvoy pasado de rosca es pura diversión. La película está dirigida por David Leicth, uno de los dos realizadores de la primera «John Wick». Se nota en el manejo de la acción, con pocos cortes y muy realistas planos secuencia.

Tiene sus fallas (en especial el tema de la duración) pero es una experiencia para disfrutar en la pantalla grande.

Este es el trailer de «Atómica»: