La 21° edición del Buenos Aires Festival Internacional de Cine Independiente (BAFICI) se desarrolló entre el 3 y 14 de abril de 2019.
El formato se mantuvo aunque la sede central se desplazó al complejo Multiplex Belgrano y el punto de encuentro al Museo de Arte Español Enrique Larreta.
Hubo nuevamente seis secciones competitivas (Internacional, Argentina, Latinoamericana, Vanguardia y género, Derechos humanos y Cortometrajes) además de numerosos focos.
Siendo imposible cubrir en tan pocos días tan elevado números de películas y dada la importancia de la Sección Oficial Internacional, esta nota está básicamente dedicada a dicha competencia.
Dieciséis fueron sus títulos con cierta preponderancia del cine europeo y escasa presencia de films nacionales. El jurado oficial otorgó seis premios los que no siempre galardonaron a los que, en opinión de este cronista, más los merecían.
Como mejor película fue seleccionada la producción norteamericana “The Unicorn” de los debutantes Isabelle Dupuis y Tim Geraghty. El nombre del film alude al primer álbum de música country del ya fallecido (2013) Peter Grudzien. La mayoría de las imágenes fueron filmadas entre 2005 y 2007, mostrando a quien fue un baluarte de la comunidad musical gay. Admirador de Johnny Cash, pero también de Clint Eastwood, venía de una familia modesta con padre minero (centenario) y hermana depresiva. Esta última característica, que el compartió, lo llevó a ser internado más de una vez en un instituto psiquiátrico, donde se le aplicó el temible electroshock. “The Unicorn” termina siendo un buen documental, que por su condición de film independiente, explica su inclusión en la competencia internacional aunque sus méritos no justifican el premio máximo otorgado.
El mismo debió quizás ir a “Un hombre fiel” (L´Homme fidéle), que se tuvo que conformar con el premio a la mejor dirección. Louis Garrel, no sólo fue su realizador sino que además se asignó el rol central, junto a Laetitia Casta (su actual esposa). Lo más notable es el guion, que Garrel compartió con Jean-Claude Carriére, un veterano maestro en dicho rubro. En sólo 75 minutos logran una historia con numerosos vericuetos, sugeridos en el título del film. Y además nos regalan otras dos excelente actuaciones del niño Joseph Engel y la bella y joven Lily-Rose Depp, cuya madre es nada menos que Vanessa Paradis (es obvio quien es el padre). Es de desear que ya tenga distribución en Argentina.
“Aniara” de Pella Kagerman y Hugo Lilja debió llevarse algún premio, lo que lamentablemente no sucedió. Quizás ello se deba a que esta película sueca no sea tan típicamente independiente, al haber sido su costo de dos millones de euros, como señalara uno de sus realizadores (Lilja). Otra posible explicación de su ausencia a la hora de los galardones es que se trata de un típico film de género (fantástico), en que una nave espacial con muchos pasajeros se desvía de su destino. Durante las preguntas, un espectador señaló que le recordaba a “2001, odisea del espacio”. Pero en verdad la referencia más cercana es “Solaris” de Tarkovsky, quien filmó su último film en Suecia. Al mencionarle en privado al director la novela de Stanislas Lem, indicó que uno de sus guionistas es nada menos que el polaco Michel Leszczylowski, cuyo primer trabajo de montaje es justamente “El sacrificio” de Tarkovsky. Lo notable de “Aniara” es que además de contar con una excelente factura técnica, hay reflexiones filosóficas y análisis psicológicos de los personajes principales.
De las 16 películas en competición internacional, cinco son en español. “Monos” del brasilero Alejandro Landes, transcurre en algún lugar no identificado podría ser Colombia) en que un grupo de guerrilleros adolecentes retiene en su poder a una actriz norteamericana. Ganó como mejor música, premiando una de sus mayores cualidades ya que en las actuaciones hay grandes desniveles, que sin embargo no le restan méritos.
“Los tiburones” de la uruguaya Lucía Garibaldi (ganó el premio especial del jurado) y “Ojos negros” de las españolas María Lallana y Met Castello, están centradas en sendos personajes femeninos de catorce años, que pasan sus vacaciones veraniegas en compañía de parientes. Mientras que la producción de Uruguay tiene asegurada su distribución local, es muy improbable que la de España se estrene en Argentina.
La única película argentina (en verdad coproducción con los Estados Unidos) es “Noemí Gold” de Dan Rubinstein, quien nació en los Estados Unidos. El personaje central es una porteña (Catalina Berarducci), algo mayor que los dos personajes antes nombrados, que afronta una difícil decisión como es el aborto. Su primo norteamericano (Rubinstein) la visita, siendo interesante el contraste entre ambos jóvenes educados en diferentes países.
“God of the Piano”, del realizador israelí Itay Tal nuevamente tiene como personaje central a un carácter femenino, buena interpretación de Naama Preis, que descubre al nacer que su hijo es sordo. Podría decirse que la mujer, eximia pianista, es diabólica ya que concibe un plan que no conviene develar. A ello se agrega su manera muy particular de convivir con su marido, pero la propuesta pierde algo de fuerza hacia el final.
“Ray & Liz” de Richard Billingham no solo obtuvo el premio oficial a la mejor actriz, sino los de Signis y la ADF. Se trata de un relato autobiográfico sobre los padres del realizador inglés. Son tres episodios ambientados en Birmingham en el seno de una familia de clase media baja, en la década del ’80 fundamentalmente. La actuación de Ella Smith (Liz) es uno de los puntos fuertes de esta producción típicamente independiente, que sobresalió entre el reducido de producciones atractivas de la Sección Oficial Internacional.
No es el caso de tres películas de poco interés cinematográfico: “MS Slavic 7” de origen canadiense, “Koko-Di Koko-Da” del sueco Johannes Nyholm y la alemana “Music and Apocalypse” de Max Linz.
En el balance el 21 BAFICI, mostró un nivel que no superó a ediciones anteriores pero que mostró que tanto las salas en Belgrano como el Museo Larreta eran muy adecuadas para la realización del evento.