Uno de los últimos estrenos de terror del año llega a salas argentinas el 21 de diciembre.
Una familia se muda a un pequeño pueblo de Pensilvania (Estados Unidos). Allí comenzará a experimentar fenómenos paranormales que atentan contra su vida. “Se ocultan en la oscuridad” (“Be afraid”) tiene muy pocos sustos y una trama decepcionante que podría haber tenido un mayor potencial.
La historia
El Dr. John Chambers (Brian Krause) se muda con su esposa Heather, embarazada, y su hijo de siete años Nathan. Dos semanas más tarde, llega su hijo adolescente (Ben) producto de un matrimonio anterior. John y Heather comienzan a tener sueños vívidos y pesadillas que involucran sombras en la oscuridad. Y el niño es empujado a los bosques por el fantasma de una niña abducida.
Los elementos
“Se ocultan en la oscuridad” nunca llega a generar sustos genuinos. Mientras la dirección de arte (a cargo de Scott Peck) tiene momentos destacables, las sombras acechan a la mayoría de la película y se torna muy oscura.
Con pocos sustos, el guion también desaprovecha ahondar en la historia familiar. Un matrimonio anterior terminado en tragedia y las complejidades de una familia ensamblada que no se explica demasiado.
Pero aún menos explorada es la actitud de un pueblo que conoce el fenómeno que atormenta a los Chambers. El único precedente es el de la familia Booth que perdió a su familia en circunstancias similares. Pero el entorno del pueblo parece desaprovechado.
Se estrena en 40 salas argentinas.
