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Mr. Holmes ya no vive en el 221B Baker Street

Por Jorge Luis Scherer

Mr Holmes

Mr Holmes

Hace ya un largo tiempo que ha dejado su mítica casa de Baker St. en Londres. Ahora vive en el sur de Inglaterra, en el condado de Sussex, con sus maravillosos paisajes costeros y con el olor de las aguas marinas del Canal de la Mancha. Esta región tiene tanta historia que donde uno pisa hubo una gran batalla, y donde cada uno de los cientos de horizontes que se alzan a los ojos, ya  fueron vistos por el pintor Joseph Turner, cuando solía pasar temporadas enteras de fecundo trabajo, mientras residía en la famosa Petworth House. Allí, en una granja de la bella Sussex, vive retirado Sherlock Holmes.

Tiene 93 años, su entrañable amigo, el Dr. Watson, está muerto; su hermano, Mycroft Holmes, siete años mayor que él, también falleció. Ya no le quedan antiguos conocidos. No era sencillo llegar a esa edad en 1947, tiempo en que transcurre esta historia. Por entonces, el irlandés Bernard Shaw, lucía todo su ingenio con 91 años, pero Mr. Holmes va perdiendo su capacidad deductiva y olvidando nombres y episodios de sus resonantes casos. No vaya a pensarse que Mr. Holmes espera su final sentado en una silla. Holmes es un hombre ocupado en sus colmenares y en el estudio de los laboriosos animalitos y de las plantas exóticas. Hacía muy poco había viajado a Japón en busca de unas especies raras de vegetales. Por las noches, que son aún más serenas que los días, se dedica a escribir su diario. Y aquello que escribe, es algo imposible de predecir, todo lo que sabíamos de Sherlock Holmes lo había contado el Dr. Watson, luego convertido en 56 narraciones cortas y 4 novelas. En estos diarios de su vejez, tal vez se encuentre  un montoncito de secretos sentimentales que jamás pudo compartir. Convengamos que su mente afilada, racional, y regida por las evidencias puras, nunca le permitieron ser demasiado humano. Pero en la granja de Sussex, suceden cosas nuevas, tal vez tan elementales  como el disfrutar del sol de la mañana, y dialogar con el pequeño Roger, un chico curioso de apenas unos 10 años, hijo de la bella Mrs. Munro, su ama de llaves. Y así como el Dr. Watson solía tropezar continuamente  con casos criminales, el pequeño Roger le llevará un solo caso, pero atípico e insoslayable.

MR. HOLMES (2015) dirigida por Bill Condon

UN PERSONAJE QUE SE HIZO ANCIANO

Ian Mc Kellen Holmes

Ian Mc Kellen Holmes

Es natural que los personajes sobrevivan a los autores, e incluso hay casos de sobrevivencia después que los autores les dieran muerte, o los dejaran flotando en el tiempo para que sean presa del olvido. Pero pocas veces se ha visto que un personaje de las características de Sherlock Holmes llegara a la ancianidad, y tuviera declives en su mente perfecta. Por supuesto, su creador, Sir Arthur Conan Doyle, nada tuvo que ver con esto. Bueno, tampoco demos todo por seguro, Conan Doyle era un ferviente espiritista y mucho se ha escrito sobre sus comunicaciones con grandes hombres de la historia bien muertos, enterrados y con pesadas lápidas sobre sus tumbas. Pero pensemos que la genial idea, donde al anciano Holmes le afloran sentimientos, como el de un antiguo amor por una mujer, haya provenido únicamente de la mente del narrador Mitch Cullin, quien publicó en 2005 su novela «Un sencillo truco mental», que es la base fundamental de MR. HOLMES, la película dirigida por el norteamericano Bill Condon, que acaba de tener su estreno mundial.

Nada más acertado que el trabajo de casting haya seleccionado al británico Ian McKellen, para el papel del viejo Holmes. McKellen ya había trabajado bajo la dirección de Condon en «Dioses y Monstruos» (1998), cuando interpretó al excéntrico director de cine James Whale, quién realizó «Frankenstein», «El hombre invisible» y «La novia de Frankenstein», entre otras obras maestras.

En los otros roles principales está Laura Linney, que interpreta a Mrs. Munro, la ama de llaves de la granja y madre del pequeño Roger (Milo Parker). Colin Starkey, aparece en los flashbacks como el Dr. Watson, y Philip Davis, interpreta al inspector Gilbert.

The Strand Magazine

The Strand Magazine

EL INMORTAL SHERLOCK HOLMES

Sin dolor y remordimientos, Arthur Conan Doyle mató a Holmes en 1893, aunque fechó la muerte del deceso en 1891. Ya no soportaba más que este personaje devorara sus ambiciones de gran escritor, y que siguiera opacando sus trabajos sobre psicología y ciencias ocultas. En el relato corto «El problema final», publicado por The Strand Magazine, muestra el empecinamiento del profesor James Moriarty, el genio del mal, en matar a Holmes. Los intentos se suceden, y entonces, Holmes y el Dr. Watson deciden calmar las aguas yendo a pasar unos días a las montañas de Suiza.

Durante un paseo ,Watson es separado de Holmes mediante un engaño, y Morianty enfrenta a Holmes en las Cataratas de Reichenbach y ambos caen al precipicio. Al regresar del pueblo, Watson, se encuentra con el bastón de Holmes y una carta escueta que decía que iba a entablar con Moriarty la discusión final. Y fue así que las historias de Sherlock Holmes dejaron de aparecer, aunque su autor, vaya a saber porqué, no dejó que su cuerpo fuera hallado.

El clamor popular contra la decisión de Doyle se hizo sentir, The Strand Magazine perdió 20 mil suscriptores, y los cientos de cartas que llegaban diariamente a la casa del autor pidiéndoles un autógrafo del detective, ahora lo hacían para enjuiciarlo por su actitud despiadada. Hasta gentes vestidas de luto caminaban por el frente de la casa de Doyle. Y un día, Sherlock Holmes volvió, habían pasado tres años. La insistencia del público y la presión de los editores, habían quebrado una decisión que parecía definitiva. El Dr. Watson, contó que fueron sus grandes conocimientos sobre la lucha japonesa que lo salvaron en la caída del precipicio, pero Holmes no podía regresar a Londres tan fácilmente, la banda de Moriarty, aún sin su cerebro, estaba intacta . Entonces viajó de incógnito por Persia, Kartún, La Meca, el Tibet (donde pasó unos días con el Dalai Lama) , Italia y Francia. Su hermano Mycroft, era el único que sabía de su existencia, y pagaba los gastos de esa recorrida por el mundo.

Cuando reaparece en su casa del 221B Baker Street, disfrazado como viejo deforme, la alegría del Dr. Watson y de la encargada señora Hudson, es tan grande como la de los miles de lectores, que se enteraban de esta nueva historia en «La casa vacía». Nadie podía discutir que Sherlock Holmes era inmortal.

Mientras, Arthur Conan Doyle, convertido en Sir por su contribución al imperio en la guerra anglo-boer, se casó por segunda vez, al tiempo de enviudar, y pasó su luna de miel en el condado de Sussex. Cuando cumplió 70 años, volvió a proclamar su mayor falacia: «Holmes está muerto, yo acabé con él.»

Doyle murió de un ataque al corazón en julio de 1930, tenía 71 años y vivía en una casa que había comprado en Sussex. En 1947, según Mitch Cullin, en su novela «Un sencillo truco mental», Sherlock Holmes, tiene 93 años, vive en Sussex , y durante la primavera trabaja en la recolección de enjambres.

EL PERSONAJE A TRAVÉS DE SUS PELÍCULAS

De lo que no hay duda, es que Sherlock Holmes es el personaje literario, de los humanos, que ha reunido más versiones cinematográficas y de televisión. No se sabe con certeza el número total, por las copias perdidas y por faltar algunos registros durante los primeros años del período mudo, sobretodo por la cantidad de países que usufructuaron del personaje, muchas veces sin derechos y modificando su nombre. Según los estudiosos del detective, certifican que van unas 253 películas, y 76 los actores que lo interpretaron. Sin embargo, parece que el record en personajes literarios lo tiene Drácula, que partió de la creación de Bram Stoker. De este personaje, no humano, se hicieron unas 272 películas.

John Barrymore

John Barrymore

EN EL CINE MUDO Y SUS CURIOSIDADES

El primero de los filmes, no se realizó en Gran Bretaña, como era de esperar en un personaje típicamente inglés, sino en los Estados Unidos. El título fue Sherlock Holmes Baffled, y se rodó en un ático de Nueva York en 1900, aunque fue registrado oficialmente en 1903. La historia no tenía nada que ver con las narraciones de Conan Doyle, solamente aparecían dos personajes, un ladrón y Holmes, y la duración era solamente de 35 segundos. Se conoce el nombre del director Arthur Marvin, pero nunca se supo el de los actores. Esta película, que además es considerada la primera de misterio y de detectives en la historia del cine, fue realizada para las proyecciones en las máquinas «mutoscope», similares al kinetoscopio de Thomas Alva Edison, que permitían la visualización de una persona por vez. En Francia, desde 1895, los hermanos Lumiere venían haciendo proyecciones en pantallas. Este filme estuvo perdido hasta que en 1968 fue redescubierto en un archivo de la Biblioteca del Congreso de los Estados Unidos.

Otra de las películas sobre Holmes que estuvo perdida por casi 100 años, apareció el año pasado en un archivo de La Cinématheque Francaise, fue la que interpretó el consagrado actor teatral William Gillette en 1916, con el título de Sherlock Holmes. Fue además, la primera vez que se adaptaba una de las narraciones de Doyle sobre el detective, (no del personaje, que ya había tenido varias apariciones). En el teatro, Gillette representó a Sherlock Holmes por más de 30 años, hizo giras por todo el mundo y cuando hizo la última representación tenía 79 años. En 1930, Gillette, hizo la primera versión radiofónica de S.H. Este actor vivió tan compenetrado con el personaje de Holmes que puede decirse que fue un coautor en muchos aspectos. El fue el que introdujo la pipa curva y fue el primero en acuñar la frase : «Oh this is elementary my dear fellow».

Francis Ford, hermano mayor del genial John Ford, dirigió en su prolífica carrera 178 filmes y trabajó como actor en 493. En 1914, realizó Un estudio en escarlata, el primer relato de Doyle sobre Holmes, con una duración de 20 minutos. Francis Ford, con 33 años, hizo el papel de Sherlock Holmes y dejó el de Watson para su hermano John, de apenas 20 años.

John Barrymore, miembro de esa extraordinaria familia de actores, vale recordar a sus hermanos Ethel y Lionel, interpretó al detective con extraordinario éxito en Sherlock Holmes (1922). Al final de este filme, Sherlock se casa con Miss Alice Faulkner, representada por Carol Dempster, una de las tantas licencias que se ha tomado el cine con los personajes literarios. En realidad, solo hubo una mujer en la vida de Holmes, una cantante lírica de la Opera Imperial de Varsovia.

El nombre de Sherlock, se había impuesto en el mundo como sinónimo de aventuras y misterios detectivescos. Buster Keaton, en 1924 estrena su realización de 45 minutos Sherlock Jr. (conocida también como El Moderno Sherlock Holmes) , donde un proyeccionista (Keaton)sueña, mientras proyecta una película de misterio, en convertirse en un detective como Holmes y descubrir un robo de joyas y salvar a la chica.

B. Rathbone y N. Bruce

B. Rathbone y N. Bruce


VERSIONES EN EL CINE SONORO

El cortometraje de 15 minutos, Return of Sherlock Holmes, (1929) , fue el primero sonoro, con la interpretación de Clive Book en el papel de Holmes.

El actor británico Basil Rathbone, es hasta el momento el más perfecto Sherlock Holmes. Su altura, delgadez, el aire aristocrático, su rostro muy similar al creado por Sidney Paget para ilustrar 12 relatos en The Strand Magazine, su histrionismo shakesperiano, hicieron que Rathbone fuera inigualable. Se inició con el personaje en 1939 con la adaptación de la novela El sabueso de los Baskervilles. Luego, con el actor Nigel Bruce en el papel del Dr. Watson, protagonizó al detective el 12 películas entre 1942 y 1946.

Hasta la llegada de Peter Cushing como Holmes, en una muy buena versión de El sabueso de los Baskervilles (1959), realizada para la productora inglesa Hammer Films, y considerada la primera en colores sobre el personaje, no hubo un actor que pudiera encarnar el personaje con altura. El filme fue dirigido por Terence Fisher, y el papel de Sir Henry Baskerville, lo interpretaba Christopher Lee, un clásico actor de la Hammer, especialmente en la saga de Drácula. El director Terence Fisher volvería en 1962 con otra historia del detective para una producción alemana, con Christopher Lee como Holmes.

Las últimas aventuras del detective en el cine las dirigió Guy Ritchie, con Robert Downey Jr como Holmes y Jude Law en el papel de Watson. No hay mucho para destacar en estos dos filmes: Sherlock Holmes (2009) y S.H. Juego de Sombras (2011), pensados únicamente para recaudar en boletería. Holmes es aquí una especie de Sérpico, maníaco y psicótico, convertido en superhéroe. De la elegancia y el aire aristocrático, se pasa a un personaje que crea dudas de que se bañe asiduamente.

La televisión hizo muy buenas adaptaciones y trabajo muchas veces con actores famosos para el rol del detective, como Stewart Granger o Roger Moore que tuvo como compañero al reciente desaparecido Patrick MacNee en el papel del Dr. Watson. A partir de 1984, comenzó la emisión de Las Aventuras de Sherlock Holmes, excelentes capítulos con Jeremy Brett como Holmes y Edward Burke en el rol de Watson. Lo más reciente son las temporadas interpretadas por el gran actor Benedict Cumberbatch, que a mi juicio, nunca dio con el personaje.

S. H. Gillette

S. H. Gillette

ELEMENTAL MI QUERIDO WATSON

La popular frase que nunca escribió Conan Doyle, fue una creación – como señalamos anteriormente-del actor teatral William Gillette, que representó a Holmes en las tablas por varias décadas. El término acuñado fue:» Oh  this is elementary my dear bellow», pero su mayor difusión alcanzó cuando el actor Clive Brook, interpretó en 1929 la primera película sonora del personaje en Return of Sherlock Holmes, y el filme termina con este diálogo:

Watson: Amazing , Holmes.
Holmes: Elementary, my dear Watson, elementary.

No solo Buster Keaton tomó la idea del personaje con humor  en  la genial Sherlock Jr , sino que Billy Wilder en la comedia La vida privada de Sherlock Holmes (1970), sugiere una relación homosexual entre el detective y el Dr. Watson.

Umberto Eco, en la novela El Nombre de la Rosa, resucita  a Sherlock Holmes en el personaje del monje  William de Baskerville, quien con su ayudante trata de resolver una serie de crímenes monásticos. En la personalidad del  Dr. House, de la serie televisiva, hay muchas particularidades de Holmes. Vale recordar que Sir Arthur Conan Doyle, se había inspirado en un médico , el profesor Joseph Bell, para adoptar la personalidad del futuro detective. Mientras que la figura, y el particular perfil, como citamos anteriormente, se debe al ilustrador Sidney Paget.

Sherlock Holmes, fue un emblema de  la Inglaterra del victorianismo tardió y el final de esa era. Conan Doyle, da cuenta de la llegada de Holmes a Londres a fines de 1870. El primero de sus relatos- A study in scarlet- lo publica en 1887, y el último – The case book of Sherlock Holmes- 40 años después, en 1927. Fueron unas 1300 páginas reunidas para las 60 historias.  Casi con una descripción visual a lo Dickens, Doyle pone en los ojos de los lectores a la vieja Inglaterra. Los largos viajes en tren, las famosas estaciones como Victoria Station o Waterloo, las calles iluminadas con  lámparas de gas, los coches de caballos por las calles angostas con espesa niebla.  En sus obras tardías recién se comienza a vislumbrar los cambios que traía el siglo XX, se hace alusión a las llamadas telefónicas, a la luz eléctrica y al automóvil. Y así como todo, los detectives también empezaron a cambiar. Parece que fue en esos tiempos, que Mr. Holmes se retiró a una granja en Sussex para estudiar a las laboriosas abejas, y cada tanto recordar los habituales paseos por Charing Cross Road con su gran amigo.

«LA TARDE TRAJO UNA BRISA, MI QUERIDO WATSON. ¿QUÉ DIRÍA DE UNA CAMINATA POR LONDRES?» de El paciente residente.

Peter Cushing en 221B Baker Street

Peter Cushing en 221B Baker Street

Artículo realizado por Jorge Luis Scherer para Ultracine.