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«El invierno llega después del otoño»: El después del amor

Luego de su estreno en el BAFICI, la ópera prima de Malena Solarz y Nicolás Zukerfeld se estrena este jueves en el Gaumont.

Pablo y Mariana fueron novios y vuelven a encontrarse un tiempo después. Los días siguientes, en otoño, Pablo se mueve entre viejos conocidos, entre posibles trabajos y probables amores. Unos meses más tarde, es invierno: Mariana rinde un examen y comienza sus vacaciones, en los días previos a su cumpleaños.

Esa es la premisa de «El invierno llega después del otoño«, una película que indaga en el re-encuentro de una ex pareja sin altisonancias pero con una gran elegancia y delicadeza. Está co-dirigida por Malena Solarz y Nicolás Zukerfeld, en lo que representó la ópera prima de ambos.

Ultracine conversó con Malena Solarz sobre el proceso de llevar una película independiente a la gran pantalla a dos voces.

LA CO-DIRECCIÓN

Ultracine: ¿Cómo llegaron a la idea? 

Malena Solarz: La idea de la película surgió a partir de la anécdota de un amigo en común. Nos contó que se encontraba con su ex pareja después de un tiempo para charlar. Esa cita, sin reproches ni expectativas demasiado claras, nos despertó una serie de preguntas. Empezamos a pensar que una buena manera de profundizarlas sería ficcionalizar a esos personajes y filmarlos después de ese encuentro. Mientras escribíamos el guión, veíamos que la película nos permitía pensar qué ecos quedaban de esa pareja en cada uno de los personajes. Todo sin necesidad de recurrir a flashbacks para reconstruir la relación, o montaje paralelo para establecer comparaciones.

Ultracine: ¿Y porqué decidieron hacerla en co-dirección?

Malena Solarz: La idea de co-dirigir surgió naturalmente, porque era claro desde el comienzo que la película era de ambos, e iba creciendo en cada charla que teníamos. Hace muchos años que venimos compartiendo nuestros trabajos y discutiendo ideas, así que fue fácil trabajar en conjunto.

Ultracine: ¿Cómo se repartían las responsabilidades?

Malena Solarz: En un comienzo, antes de salir a filmar, pensábamos que tal vez podríamos repartirnos las tareas. Uno ocupándose más de lo que pasaba delante de cámara (especialmente los actores) y otro de la puesta de cámara, foto, etc. Pero rápidamente nos dimos cuenta de que era un poco absurda esa separación. Pasa que una decisión siempre influía sobre los demás rubros. Sorprendentemente, no fue difícil consensuar porque teníamos claras las búsquedas y lo que queríamos poner a prueba. Compartimos una forma de ver el cine y de encarar un rodaje, y venimos trabajando juntos hace muchos años, así que nos conocemos mucho entre nosotros y con la mayoría del equipo.

EL RODAJE

Ultracine: ¿Cómo manejaron la producción desde la pre a la post? ¿Cuánto de la sensación de filmación guerrilla hubo efectivamente en el rodaje?

Malena Solarz: La película se hizo, efectivamente, con muy poca plata, pero porque la cámara, las luces y los equipos de sonido fueron prestados por la Universidad del Cine. Tanto el equipo técnico como los actores estuvieron dispuestos a trabajar así. Esto quiere decir que nadie cobró dinero por su trabajo. Y, al mismo tiempo, ese trabajo a veces fue más arduo de lo que sería en un sistema industrial o con un presupuesto más holgado.  Pero lo cierto es que también nos sentimos más cómodos con un rodaje acotado, sin tanta gente corriendo o camiones llenos de equipos.

Ultracine: ¿Qué ayuda tuvieron desde la producción al manejarse así?

Malena Solarz: Ahí, la figura de Rogelio Navarro fue fundamental, porque se movió muchísimo para conseguir la mayoría de las cosas por casi nada de plata. Pero también es cierto que habíamos escrito el guión sabiendo que íbamos a trabajar con lo que teníamos medianamente a mano y que, si algo se complicaba un poco más de lo necesario, tendríamos que adaptarnos.

Ultracine: ¿Qué apoyos financieros tuvieron para la película?

Malena Solarz: Hacia el final del proceso ganamos el Fondo Metropolitano para la Postproducción. Eso nos permitió terminarla más tranquilos y poder pagarles algo al equipo. Tal vez hablar de “cine de guerrilla” sea colocarse en un lugar un poco exagerado de resistencia. Pero es verdad que un rodaje así no se parece mucho a un rodaje industrial, por más chico que sea. En el equipo éramos prácticamente diez personas, incluyendo a veces a los actores. Los equipos entraban todos en un auto, pero es la forma en la que sentimos que funcionamos mejor. No todas las películas se hacen de la misma manera. No todos se sienten cómodos con las mismas estrategias de producción. Probablemente nosotros no podríamos haber filmado esta película de otra manera.

EL EQUIPO

Ultracine: Si bien la película es independiente y de bajo presupuesto, hay gente de grandes carreras detrás de cámara. ¿Cómo llegaron ellos a participar del proyecto?

Malena Solarz: En la película trabajan muchos amigos que tienen una larga relación con el cine. Aunque muchos de ellos no se dediquen específicamente a la tarea para la que fueron convocados. Un ejemplo es Marina Califano, la protagonista, que no es actriz pero sí directora y profesora en la Universidad del Cine. Ella, como todos los demás, se sumó al proyecto de manera desinteresada, y aportó mucho desde su visión casi doble, delante y detrás de la cámara.

Ultracine: Además cuentan con Fernando Lockett, en fotografía, quien es uno de los más reconocidos DF del país.

Malena Solarz: El caso de Lockett es muy particular. Nosotros nos conocimos con él hace muchos años, en una película colectiva que se llamó “A propósito de Buenos Aires”. Esa la hicimos cuando éramos todavía estudiantes, en un grupo coordinado por dos profesores de la Universidad del Cine. Ese film tuvo once directores, pero todos compartimos un mismo equipo técnico, en el que estaban, por ejemplo, Marina Califano (que fue la Directora de Arte) y Fernando Lockett. Ahí empezó la relación con él y después trabajamos muchas veces juntos. Es una persona increíblemente talentosa y, sobre todo, muy generoso. Es difícil encontrar alguien con tanto conocimiento técnico y, a la vez, tan interesado en pensar el cine desde otro lado.

EL ESTRENO

Ultracine: La película se estrenó en el BAFICI del año pasado pero recién ahora llega a las salas. ¿Qué pasó en el medio y cómo manejaron la distribución y comunicación?

Malena Solarz: Entre el BAFICI y este estreno en el Gaumont y Qubit pasó más de un año. Fue un tiempo en el que enviamos la película a distintos festivales. La película estuvo en el Festival de Mar del Plata y en el Festival Entrevues de Belfort, en Francia. Mientras, nos dedicamos a buscar una sala en donde poder estrenarla. Es una película hecha completamente fuera del sistema industrial, y eso complica siempre la distribución. No hay un circuito firme y constante que le asegure exhibición a estos films. A fines del año pasado, tuvimos la suerte de ser beneficiarios del Fondo Metropolitano para el Estreno, así que eso nos abrió algunas puertas para llegar a esta instancia.

Este es el trailer del filme: