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Las estrellas infantiles en el cine

Por Jorge Luis Scherer

Shirley Temple, a los seis se convirtió en la actriz más joven en ganar un Oscar.

Una tarde de Navidad, la madre de Shirley Temple, la niña de rizos de oro,  llevó a su hija  a una de las grandes tiendas para que saludara a Santa Clause , y para sorpresa de todos,  el hombre de barba blanca y vestido de rojo abandonó su lugar en el escenario y se acercó a la niña para pedirle un autógrafo. Ella era  la estrella infantil más famosa del planeta, la Fox se llenaba de plata con cada película de esta mocosa que actuaba desde los tres años y que a los seis se convirtió en la actriz más joven en ganar un Oscar en 1934: el  Premio Juvenil de la Academia. Y lo obtuvo cuando todavía no se habían estrenado  sus éxitos más resonantes: “La pequeña coronela” (1935) y “Heidi” (1937).  Recién, cuarenta años después, en 1973, la niña Tatum O´Neal, de tan solo 10 años, ganaría un Oscar como Mejor Actriz de Reparto por su actuación en “Luna de Papel”. Y para el rubro Mejor Actriz, que nunca lo ganó una niña,  la nominada más joven resultó tener  9 años de edad, y fue Quvenzhane Wallis, por su protagónico en “Bestias del Sur Salvaje” (2012).

Casi un centenar de actrices y actores infantiles, desde el cine mudo hasta nuestros días,  se convirtieron en verdaderas estrellas y engrosaron las recaudaciones de la industria del cine. Pero el paso a la pubertad, para  muchos de ellos, les significó el fin de sus carreras, un paso al olvido, como lo fue la transición del cine silente al sonoro, donde muchas estrellas se diluyeron  porque sus voces no encajaban.  El éxito en la taquilla siempre fue el único objetivo de los grandes estudios, si una estrella se apagaba una vez que perdía la inocencia, no había que volver a encenderla. Para algunos, crecer era una desventaja, perdían  la gracia, y ya no resultaban atractivos para el público en papeles de  adolescentes. Estas caídas del pináculo de la fama, significaron  golpes muy duros para actores y actrices, que en muchos casos entraron  en estados depresivos agudos, que trataban de paliar con el consumo de drogas y alcohol. La fama, que aparenta ser dichosa pero no lo es tanto, cobra  su precio y no es fácil de manejar, entre los casos más sonados de los que han sucumbido  ante ella,   figura quien fue la niña Disney , Lindsay Lohan, y el angelito Macaulay Culkin, aunque también en la historia reciente,  el precio fue tan caro  que llevó a la muerte  a aquellos chicos, convertidos en muchachos , como River Phoenix a los 23 años y Brad Renfro de 25, ambos por sobredosis de heroína. Pero las familias de estos pequeños héroes del cine, no siempre son protectoras de la salud física y mental de las pequeñas estrellas,  y mucho menos cuidadoras de las ganancias que llevan a casa. Existe una larga lista de padres que han despilfarrado el dinero de sus hijos famosos, y que muchas veces terminaron en juicios.

El pibe Coogan, las hermanas Gish, y la novia de América.

El inglesito Charles Chaplin, allá por 1919, ya estaba bien asentado en  la industria del cine de Hollywood. Ese año, había fundado junto a otras grandes estrellas, Douglas Fairbanks, David W Griffith y Mary Pickford, un nuevo sello de producción: Artistas Unidos. Fue poco tiempo después, cuando en un vaudeville se sorprendió al ver a un chiquito lleno de gracia y simpatía, bailando, haciendo mímicas y acrobacias en el escenario. Chaplin no dudó, ese sería el  actor que lo iba a acompañar en su primer largometraje, ”El Pibe” (The Kid- 1921).  Jackie Coogan , de apenas 6 años, se consagraba en una de las películas más exitosas del cine mudo, y su llanto desgarrador, en la secuencia en que dos agentes del servicio social intentan llevarlo a un orfanatorio, se convertiría en un hito en la historia del cinematógrafo. Al  año siguiente volvería a ser una figura rutilante al interpretar al niño huérfano en “Oliver Twist” dirigida por Frank Lloyd. En 1930 iba a representar a Tom Sawyer , un personaje muy querido por el público norteamericano, que nació de la cabeza genial de Mark Twain. En “Las aventuras de Tom Sawyer” Jackie Coogan estaba acompañado por el niño Junior Durkin en el papel de Huckleberry Finn y la pequeña  Mitzi Green como Becky. Este trío  de chicos fabulosos  volvería al año siguiente en los mismos roles para “Huckleberry Finn” dirigida por Norman Taurog.

Jackie Coogan, en pocos años había ganado unos cuatro millones de dólares, que en esos tiempos era una verdadera fortuna, pero su madre y el padrastro dilapidaron gran parte de esas ganancias del muchacho, quien en 1935 los demandó pero solo consiguió 126 mil dólares. Después de su participación en la Segunda Guerra Mundial, no tuvo muchas oportunidades en el cine, pero sí para la novedosa televisión . Desde 1952 hasta 1980, participó en varias series y TV movies, la más conocida fue su papel del tío Lucas en “La familia Adams”. Claro que nadie podía creer que esa bella y dulce criatura de “El Pibe”, fuera el gordo y pelado tío Lucas.

Lilian Gish , murió en 1993 a los 99 años, y fue la actriz con la más larga carrera cinematográfica, nada menos que 75 años delante de las cámaras. Ella y su hermana menor Dorothy, ya habían ingresado a la adolescencia cuando hicieron su aparición en el cine en 1912, bajo la dirección de David W. Griffith, quien hizo de Lilian una verdadera estrella por su participación en sus principales largometrajes: “El nacimiento de una Nación”(1915) e “Intolerancia” (1916). La canadiense Mary Pickford, conocida como” la novia de América”, se inició en el cine a los 12 años, en 1905, pero pocos años después ya se había convertido en otra de las grandes actrices de Griffith.

Londinenses en los tiempos dorados de Hollywood.

Freddie Bartolomew, tenía un rostro angelical, como los que pintó Miguel Angel y Leonardo. Sería por eso,  que en su Londres natal, lo hicieron participar en unos cortometrajes cuando tenía apenas unos  seis años. No se sabe bien cuál fue el motivo, pero así de pequeño viajó a los Estados Unidos y tuvo una entrevista con el famosísimo productor David O. Selznick, quien sin pestañar demasiado le dio el protagónico de “David Copperfield”(1934). De la mañana a la noche, el inglesito se convirtió, a los 10 años, en una nueva estrella. Y al año siguiente actuó en  “Anna Karenina” con Greta Gabor, “El pequeño Lord”(1936) y “Capitanes Intrépidos” (1937), junto a Spencer Tracy. Lo que no contamos, fue que Freddie había sido  abandonado por sus padres a los pocos días de haber nacido, pero estos reaparecieron cuando el chico era una estrella y ganaba miles de  dólares. El tema de la custodia del niño, reclamado por sus padres biológicos, duró bastante tiempo, por lo  que tuvo que resignar mucho plata para los pagos de los abogados. Cuando llegó a la adolescencia, su popularidad comenzó a caer, y abandonó la carrera de actor siendo bastante joven.

Roddy McDowall, también había tenido participaciones en el cine inglés mientras residía en Londres, pero cuando llega a los Estados Unidos, John Ford lo quiso para su nuevo proyecto,“Qué verde era mi valle” (1941), la historia dura de una familia de mineros en un pueblo galés, Roddy asumió el drama con total naturalidad, representando al menor de los hermanos, que pese a su corta edad también trabaja en la extracción del carbón. Y en 1943 , el pequeño muchacho, próximo a cumplir los 15 años,  es convocado para trabajar en “La cadena invisible” (Lassie come home), junto a una nueva y bella actriz niña, de unos ojos de azul profundo, que se veían como violáceos. La pequeña había nacido en los suburbios de Londres, y la guerra que se libraba en Europa fue el motivo de la radicación de sus padres en América. Elizabeth Taylor, no tardó en conquistar a los públicos del mundo, a los 12 años interpretó a Velvet Brown en “Fuego de Juventud”(1944), junto a Mickey Rooney y a partir de ese momento, la consagración fue definitiva.

Natalie Wood, se destacó desde temprana edad y a lo largo de su carrera.

Chicas y chicos norteamericanos.

La bella Natalie Wood, debutó en cine a los cinco años en “Happy Land”(1943). Pero fue a los nueve años, con “De ilusión también se vive” (Miracle 0n 34th street) 1947, cuando las revistas y las radios empezaron a hablar de ella como una actriz prodigio. Pasar a la adolescencia le significó el reconocimiento total del público, “Rebelde sin causa”(1955), junto a James Dean, o “Esplendor en la hierba “ donde era la enamorada de Warren Beaty, y el musical “Amor sin barreras”, ratificaron sus dotes de gran actriz.

Margaret O´Brien, comenzó su época de oro a los cinco años con “Journey for Margaret” 1942, y al año siguiente en “Alma Rebelde”, también conocida como “Jane Eyre”.  Su extraordinaria capacidad como actriz dramática tuvo su momento culminante en “Mujercitas”, interpretando a Beth, la hermana que muere. Judy Garland, fue otra de las niñas mimadas de Hollywood, tenía todo lo que había que tener para ser una gran estrella, excelente voz, gran bailarina, ojos expresivos, y una capacidad histriónica extraordinaria tanto para la comedia como el drama. Su papel como Dorothy Gale, en “El mago de Oz” (1939), cuando tenía 16 años, fue el cierre de su etapa de actriz infantil . Ese mismo año se estrenó también “Babes in arms”, dirigida por Busby Berkeley,  donde Judy Garland compartía cartel con otra gran estrella infantil, Mickey Rooney. El éxito de esta parejita fue tan grande que volverían en “Babes en Broadway”(1941), “Las chicas de Ziegfeld (1941) “Girl Crazy” (1943), entre otros títulos. Mickey Rooney, fallecido en 2014,  participó en más de 300 películas en toda su carrera, que se inició en el cine mudo cuando tenía seis años.

Jackie Cooper, fue el candidato más joven al Oscar como Mejor Actor, cuando tenía nueve años, por la película “Skippy” (1931). En tiempos del cine mudo, el famoso productor Hal Roach formó a un grupo de chicos actores con el nombre de La Pandilla y se realizaron unos 220 cortos, algunos de ellos en la etapa sonora. Jackie Cooper, fue uno de esos chicos traviesos que causaban sensación en las plateas. En 1934, Cooper, acompaño a Wallace Berry, que interpretaba al capitán Long John Silver, en “La Isla del tesoro” (1934). Cooper, pasó con éxito a la etapa adulta en su carrera, pero no se olvidó de Wallace Berry, a quien calificó como la persona más cruel que había conocido.

Al otro lado del Atlántico

“Cero en conducta”, fue la película más polémica del realizador francés Jean Vigo, estrenada en abril de 1933, pero casi inmediatamente el film fue prohibido, castigo que duró  hasta febrero de 1946. Vigo, que no alcanzó a ver el levantamiento de la prohibición, dado que murió a los 29 años en 1934, plantea en el filme de tan solo 41 minutos, una crítica mordaz al sistema burocrático de la educación y las medidas represivas implementadas en las escuelas de internado. Los personajes principales son cuatro chicos que se rebelan al grito de libertad o muerte y plantean una revolución con toques bien surrealistas. Esta película sirvió como inspiración para “Los 400 golpes” (1959) el primer largometraje de Francoise Truffaut, y seguramente también para “If…” (1968) de Lindsay Anderson, que trata de la insurrección de jóvenes  de nivel secundario o superior contra la enseñanza y el destrato de los profesores.

René Clement, en “Juegos Prohibidos”(1952), ubica la historia en la Francia invadida por los nazis, y en una evacuación masiva del pueblo, los chicos ven como la metralla de los aviones acaban con la vida de las gentes, y a ese mundo doloroso le anteponen o se refugian en el mundo de las fantasías.

Albert Lamorisse, fue el creador de dos películas de mediana duración que alcanzaron amplia difusión en el mundo entero. “Crin Blanca” (1953) de 47 minutos, y “El globo rojo” (1956) de 34 minutos, fueron esenciales en las carteleras de los cineclubes infantiles. En la Argentina,  Víctor Iturralde fue un precursor del cine para chicos, y  estas dos películas de Lamorisse fueron siempre su prestigiosa carta de presentación,  incluso en los años 70 tuvo su programa de televisión  en Canal 13, “Cineclub infantil”, con la asistencia de Mario Grasso, y gracias a este ciclo ambos filmes llegaron a muchos lugares del país. Pascal Lamorisse, el pequeño hijo del director, es el protagonista principal de “El globo rojo”, y en la anterior “Crin Blanca” había interpretado el papel del hermano menor del protagonista. La carrera de Pascal fue corta y nunca alcanzó el nivel de estrella infantil, pero su figura persiguiendo  un globo rojo por las calles, fue trascendente y emotiva  para un par de generaciones.

  Francoise Truffaut, siendo crítico de cine se animó a filmar unos cortos, “Los Mocosos” (Les Mistons-1957) de 26 minutos, puede considerarse el primero que superó la etapa de práctica. Un grupo de chicos, algo díscolos son los protagonistas, pero en la siguiente película “Los 400 golpes”(1959), crea un personaje, el de Antoine Doinel, que va a ser su álter ego. La infancia dura de Truffaut, es interpretada , en este su primer largometraje , por Jean-Pierre Léaud, que será el actor fetiche del director en seis títulos más. “Los 400 golpes”, película emblemática de la “nouvelle vague”, habla sobre el enfrentamiento de un niño al mundo corrompido y sin amor de los adultos. Por la misma época, otro francés, Louis Malle, estrena “Zazie en el metro”(1960) basada en la novela de Raymond Queneau, donde una chica de 12 años, es enviada por su madre a la casa de unos tíos en París mientras ella se queda con su amante, pero una huelga en el metro hace que la niña tenga que recorrer la ciudad y en cada paso va demostrando su incapacidad para adecuarse a  las convenciones sociales  y su respuesta es destructiva.

En Italia, Vittorio De Sica, estrena “El limpiabotas” (Sciuscia-1946) donde los protagonistas son dos chicos engañados por un par de muchachones, pero en “Ladrón de bicicletas” (1948), película cumbre de este realizador y del neorrealismo italiano, vemos a un  chico que padece el  dolor de la vergüenza al ver que su padre roba una bicicleta y es atrapado en la calle y humillado ante todos  como un ser inmoral, cuando es la necesidad de subsistir lo que lo llevó a tomar esa determinación. Roberto Rossellini, en “Alemania año cero” (1947) , narra una historia de gran dramatismo, filmada en Berlín, cuando la ciudad estaba devastada por los bombardeos . El protagonista es un chico, llamado Edmund, de 12 años, hambriento, con un padre enfermo y una hermana acusada de prostituirse a los soldados americanos. Un antiguo profesor nazi le dice  que solo pueden subsistir los más fuertes. Y el niño termina envenenando a su padre débil y enfermo. Pero después buscará su propio final. El cine italiano siempre contó con excelentes actores niños, aunque sus carreras no hayan sido muy prolongadas. Muchos otros pibes del cine italiano son inolvidables Giuseppe  Tornatore , para la multipremiada y aplaudida “Cinema Paraíso” (1988), eligió al niño Salvatore Cascio, entre 300 pibes sicilianos, y Giorgio Cantarini, le dio magia a su personaje en “La vida es bella” (1997).En España, Pablito Calvo, el actor niño de “Marcelino pan y vino”(1955) y el cantante infantil Joselito, conocido también como “el pequeño ruiseñor”,  protagonista de 14 películas  en las décadas el 50 y 60, fueron suceso en casi todos los países de habla hispana. Después, el cine español se iba a encontrar con una maravillosa estrella , Ana Torrent, que bajo la dirección del talentoso Víctor Erice, tuvo una actuación extraordinaria en “El espíritu de la colmena”(1973)

estrellas

  Estrellas en el firmamento de Hollywood

Jodie Foster, que debutó delante de las cámaras de televisión  a los siete años en el “Show de Doris Day”,  participó luego  en varias y famosas series de TV. , pero no tardó en hacer el salto hacia el cine , un medio que le resultó más que gratificante, consiguió dos premios Oscar como Mejor Actriz. En la etapa preadolescente se luciría en “Alicia ya no vive aquí” (1974) y “Taxi Driver” (1976) , ambas de Martin Scorsese. De esos tiempos también fue “Busy Malone” una parodia del cine de gangsters dirigida por Alan Parker. Natalie Portman, es otra de las actrices que han hecho una gran carrera cinematográfica, inolvidable su actuación cuando tenía 11 años  en “El perfecto asesino” (León. 1994), en el papel de Mathilda, la valiente niña que no solo  tomaba leche con León (Jean Renó) y sacaba su planta al sol. Daniel Radcliff, debutó a los diez , y al año siguiente fue protagonista en la primera de la saga de “Harry Potter”(2001). A Kristen Dunst, la recordamos con sangre en la boca y su melena desbordante en “Entrevista con el vampiro” 1994). Y a Christian Bale, el chico de “El imperio del sol”(1987), de Steven Spielberg.

Dakota Fanning, hoy tiene 23 años y es una actriz en pleno crecimiento, pero lo que ha quedado como inolvidable para millones de espectadores fueron sus extraordinarias actuaciones, a los siete años en  “Yo soy Sam” (2001) y a los 10 años, en “Hombre en llamas” (2004), junto a Denzel Washington. Drew Barrymore, quien fuera la chica de “E.T. El extraterrestre” (1982), o Linda Blair  en “El Exorcista” (1973), Macaulay Culkin, el de “Mi pobre angelito”(1990), Cristina Ricci,en  “Casper”. Diferente fue el caso de Aileen  Quinn, quien  interpretó maravillosamente en actuación y canto (la banda sonora fue un hit mundial),  a la huerfanita “Annie” (1982) de John Huston , pero Quinn solamente  tuvo un par de apariciones más en el cine, hizo de la princesa Zora en “The frog prince” (1988), y poco después abandonó  una carrera que se veía muy prometedora. La versión más reciente del musical “Annie” (2014) fue con la extraordinaria Quvenzhané Wallis , quien en la actualidad, con 13 años, está asumiendo otro tipo de roles. Lo cierto es que la niñez pasa muy rápido en el cine y en la vida, y no existe más la idea que tuvieron los estudios en los años 30, 40 y 50 de explotar al máximo a las estrellas infantiles mientras los  dividendos  fueran jugosos.  Shirley Temple, hasta los 13 años, interpretó más de 30 largometrajes y una docena de cortos, hoy esta política es frecuente en la música, donde las niñas estrellas son impulsadas a dar recitales y hacer giras agotadoras en una carrera contra el tiempo.

Artículo de Jorge Luis Scherer-periodista,profesor de literatura y cine- para Ultracine.