Argentina

El silencio de “Las inocentes”

La realizadora francesa Fontaine vuelve a trabajar sobre historias de mujeres con vocación.

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Un convento apartado en el fin de la Segunda Guerra Mundial, en la frontera entre Alemania y Polonia, esconde un secreto que solo le será develado a una médica francesa de la Cruz Roja Internacional: Mathilde Beaulieu. «Las inocentes» es una estremecedora película de la directora francesa Anne Fontaine que irradia una belleza plástica singular en el fin de una era plagada de oscuridad.

Fontaine, basándose en una horrorosa crónica de la vida real, se centra en el periodo donde Europa y especialmente Polonia (uno de los países más castigados durante el período) atravesaba uno de sus peores momentos con huérfanos en las calles, hambre por doquier, expectativa por el fin del conflicto bélico pero al mismo tiempo confusión y ansiedad por su futuro. Mathilde Beaulie (una mujer joven, inteligente y audaz) es médica de la Cruz Roja Internacional y su misión es curar a los soldados franceses que están en la frontera entre Alemania y Francia para que puedan volver a su país. Un día es convocada por un convento para asistir a una mujer embarazada que le dicen fue abandonada por su familia. A partir de allí descubrirá no uno sino distintos secretos: las internas fueron abusadas y algunas de ellas están embarazadas.

La realizadora francesa Fontaine (directora de “Coco Chanel” y “Nathalie X”, además de actriz de larga trayectoria y bailarina) vuelve a trabajar sobre historias de mujeres con vocación (una médica y unas hermanas de clausura) pero en esta oportunidad agrega la pregunta por la fe. Con respeto y delicadeza escucha atentamente los puntos de vista y las razones de sus protagonistas frente a las circunstancias que les tocan vivir sin plantear antagonismos, ni elaborar discursos propagandísticos ni de un lado, ni del otro. El tema, que para algunos podría parecer poco original (la tensión entre ciencia y fe) cobra ribetes originales por la puesta en escena del film donde predominan los primeros planos de los rostros que contrastan con planos generales del paisaje circundante.

El lugar, Polonia, y la estación del año, invierno, le permiten a la realizadora indagar en los rincones más profundos de la condición humana. El blanco de la nieve entre árboles y claros de bosque, excelentemente fotografiados, funcionan como un complemento perfecto para expresar el estado de la situación y el momento de confusión de sus personajes y el lugar que habitan. El bosque ocupa en la trama el lugar de paso y de tránsito de la ciudad al convento, y viceversa, donde los personajes se dirimen y enfrentan a situaciones extremas no solo provenientes del exterior sino también de su propio interior, de su misma emocionalidad.

Mathilde y una de las hermanas.

Mathilde y una de las hermanas.

El vínculo estético y temático con la reciente y oscarizada “Ida” del director polaco Pawel Pawlikowski es innegable: ambas son películas con cierta dosis de suspenso, protagonizadas por hermanas y cuyas acciones se definen por lo que ocurrió en la Segunda Guerra. Pero Fontaine le agrega a eso una dimensión filosófica y también política al vislumbrar el rol que la mujer va a empezar a ocupar en la sociedad europea de posguerra. Pues más allá del trágico devenir que todavía le aguardaba a Polonia con la imposición de la Cortina de Hierro, “Las Inocentes” deja bien claro que muchas de las vidas que se salvan en el convento son por la mediación y el acuerdo al que llegan mujeres con concepciones muy distintas entre sí.

También en este punto deja claro que a veces los cambios y las soluciones no vienen de la mano de grandes acciones, o convicciones muy elaboradas, sino gracias a la intervención de cierta gente que en su moral cree en el bienestar común, como es el caso de la atea Mathilde Beaulieu que no desiste en su intención de ayudar a las hermanas de clausura. Y como ese puede ser un sentimiento contagioso como cuando Samuel (Vincent Macaigne) el compañero de trabajo y ocasional amante de Mathilde, se suma al proyecto.

“Es la idea de dos mujeres trabajando juntas, codo a codo en esta situación, desobedeciendo a la Madre Superiora y alejándose del conformismo” sostuvo Anne Fontaine en junio de este año.

La producción, realizada conjuntamente por Francia y Polonia, cuenta con las actuaciones de la francesa Lou de Laâge (una joven actriz que sin embargo ya ha trabajado con grandes nombres del cine galo como Juliette Binoche) en el rol de Mathilde y Agata Kulesza, en el papel de la madre superiora, una de las actrices más reconocidas del cine polaco actual, actriz también de “Ida”. En los créditos también figura el experimentado guionista y teórico Pascal Bonitzer.

“Las Inocentes”, presentada recientemente en los festivales de Valladolid, San Sebastián y Sundance, llega a los cines argentinos el 13 de octubre.

(1) Declaración de la realizadora para Forward del 24 de junio de 2016.

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